Procesos terapéuticos relacionales en construcción y devenir
Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE) Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, M.A. “Un acto de hospitalidad no puede ser sino poético”. (Jacques Derrida) Dialogamos a través de las preguntas Interrogarnos acerca de cómo llevamos los procesos terapéuticos con los consultantes y lo que ellos nos dicen que experimentan en sus diálogos con nosotros así como en sus conversaciones internas, consigo mismos y con los otros significativos de sus vidas, así como lo que sienten que experimentan de distinto en sus relaciones con los demás, a partir de sus terapias, nos llevan a reflexionar acerca de lo importante de continuar reflexionando acerca de lo que aporta, de lo que sirve, de lo que es útil en esos encuentros transformadores, llamados terapia. ¿A qué conversaciones, son a las que preferimos invitar a los consultantes? ¿Las de la victimización, la queja, la culpa, el conformismo, la resignación, el resentimiento? ¿Las que contribuyen a generar y movilizar sus recursos y fortalezas? ¿Cómo escuchamos en terapia, desde qué lugar? Estando conscientes -como se reitera en esta perspectiva y postura relacional-, que escuchar, para comprender, es una manera de dar la bienvenida al otro en su diversidad. La pregunta, que nos hacemos y desde la que invitamos a un diálogo distinto es: ¿Cómo traer nuestros recursos al diálogo, al encuentro en este espacio, que tiene un propósito transformador? Cada conversación terapéutica es una oportunidad privilegiada y única para un aprendizaje generativo conjunto (movilizando la capacidad de desplegar las posibilidades de interpelar el statu quo) y para aportar lo distinto y significativo al otro; nos proponemos como interlocutores de los consultantes, como anfitriones para iniciar un diálogo desde la curiosidad, la aceptación, la comprensión, la confianza y el respeto por quien y quienes vienen a narrarnos sus historias, abiertos al misterio de la vulnerabilidad, que se manifiesta, buscando poner palabras a la complejidad y la incertidumbre, en este espacio de construcción de una intimidad asertiva. El diálogo es un recurso para co-crear un contexto relacional, que genera pertenencia, corresponsabilidad, compromiso con la construcción de bienestar común; un recurso con el que las personas puedan llegar a ser creativas, consistentes e innovadoras. Lo fundamental es la co-creaciòn de una relación de confianza para cada momento, para cada conversación. Implica estar presente íntegramente y con integridad, concentrados en ir tejiendo una conexión genuina. Dialogamos desde una postura inteligente, desde la inteligencia relacional, invitando a nuestros interlocutores para que pongan en juego su propia inteligencia vital (los tratamos a todas/os como lo que son: seres humanos inteligentes, con dignidad, en etapa de vulnerabilidad, que están atravesando dilemas complejos) y aportar juntos a vencer la tontería, miseria y la estupidez de la convención, los prejuicios, los lugares comunes y los estereotipos, que oprimen y maltratan, que son crueles e injustos. Y hacerlo con serenidad, comprensión, templanza, ética relacional, alegría y libertad. Como hemos venido sosteniendo desde cuando comenzamos con este blog (y, desde hace tanto años, que trabajamos desde estas posturas): Postura y perspectiva relacional-construccionista social para la terapia La curiosidad -para comprender y conectarse-; El respeto que dignifica y legitima; Aceptación (respeto de su ser); Confianza en las relaciones, en el diálogo, en el proceso conversacional; Trabajar desde la complejidad, desde una postura rizomática, abrazando la incertidumbre; El diálogo reflexivo con preguntas significativas; La escucha profunda y la comprensión. Una escucha compasiva; Una sensibilidad fina y una conexión relacional; Reconocer y legitimar las diferencias; Reconocemos la importancia de invitar y ofrecer el espacio para la expresión de múltiples voces y para preguntarnos cómo podemos promover la participación de otras voces, de todas las voces presentes; Dejar la posición del experto, la jerarquía, el deber ser Creatividad e imaginación; Compartir (nombrarlos, verbalizarlos, poner palabras, reconocerlos y legitimarlos) los recursos relacionales que hemos generado en cada conversación distinta; Buen humor. El humor se genera con creatividad (libertad, imaginación e inteligencia) y significa también: compartir con responsabilidad; respeto en el encuentro con el interlocutor; preguntas, sobre todo preguntas, que nos interpelan y nos invitan a habitar las palabras, habitar las acciones; encarnar las diferencias, las posibilidades por venir. La práctica terapéutica es el espacio para el diálogo y aprendizaje generativo y colaborativo, y para el trabajo en conjunto -terapeutas y consultantes- en un proceso conversacional que nos transforma a todos, en cada encuentro, cada vez. En la terapia se busca contribuir con los consultantes a articular, a lo largo de su experiencia, redes relacionales y de significado que los lleven a encontrar respuestas tentativas, diferencias y preguntas más profundas. Conversamos a través de las preguntas, preguntas creativas que se conectan con lo que va diciendo el consultante, con sus contextos relacionales. Nos preguntamos todos, en conjunto, sobre lo que va surgiendo en el diálogo. Intentamos que sea un diálogo profundo, nuevo y alegre. No planteamos respuestas únicas, dogmáticas e inamovibles, ni recetas ni consejos, sino que abrimos posibilidades, opciones, caminos distintos. Mientras más voces (internas y externas) en terapia, será más variada y creativa la co-construcción de nuevos significados y posibilidades. Volvemos sobre estas perspectivas, teniendo en cuenta las clases y supervisiones-intervisiones-covisiones clínicas, que estamos realizando: Todo lo que hacemos y decimos, es algo que hacemos y le damos sentido en la relación. Por ello, lo que nos invita a pensar es: ¿Si trabajamos con la gente, podemos ver qué es lo que la gente necesita? Porque tenemos la responsabilidad ética de preguntar los puntos de vista de los otros y tener confianza en las relaciones, en las personas y en su capacidad y derecho de elegir y decidir por sí mismos. El terapeuta no aporta en las transformaciones que los consultantes necesitan porque sabe, sino porque es. La terapia no es una técnica ni un recetario de autoayuda, sino un encuentro respetuoso (con ética relacional, con una presencia radical) entre dos seres que tratan de no perder nada de su compleja realidad propia y recíproca, construida conjuntamente. El desafío para el terapeuta es también, ser congruente y consecuente, tanto como profesional, como en todos los contextos de su vida cotidiana. Es la aceptación radical de quien uno es, y del otro. Desde la pragmática reflexiva del construccionismo relacional-social, ponemos el foco en la relación existente entre nosotros, en el “CON”, que se entreteje relacionalmente. Co-construimos conjuntamente y expandimos las posibilidades con el diálogo para la concreción de futuros nuevos, distintos. Reiteramos lo que consideramos podría ser una brújula en este viaje conjunto. Las preguntas de la pragmática reflexiva, en este diálogo transformador llamado terapia (válidas en la investigación relacional dialógica), son: ¿Aportan? ¿Importan? ¿Son útiles? ¿Qué es lo distinto, transformador y significativo que decimos y hacemos conjuntamente? ¿Cómo podemos cuidar nuestras relaciones, de manera que podamos crear conjuntamente vida, vida significativa? ¿Cómo utilizar estas ideas, no solo para liberarnos, sino para que sean útiles para la sociedad? ¿Qué sucedió, ¿cómo se dieron las relaciones que generaron transformaciones? ¿A qué clase de futuro puedo contribuir? Conversar terapéuticamente es abrir nuevos espacios relacionales, nuevas oportunidades de significación para comprender distinto; es generar posibilidades nuevas desde la creatividad, hilando un discurso con las hebras que sostienen los sueños de las personas, un discurso que crea el porvenir, un futuro que invita a vivir con esperanza y alegría. a diferencia de otros enfoques que trabajan sobre criterios de déficits, la propuesta epistemológica, teórica y operativa del construccionismo social privilegia la construcción de posibilidades, los procesos emergentes, la creación y reconocimiento de los recursos de las personas, su participación e inclusión; con una visión generadora de transformaciones sociales. La praxis no diferencia entre teoría y práctica, sino que es donde coinciden teoría y práctica. Esto que se dice tiene efectos en las acciones. Y, nos guía un criterio pragmático para el trabajo terapéutico, social, educativo, organizacional con comunidades, familias, parejas, personas: ¿Aporta; qué aporta de distinto, en cada encuentro, esto que decimos y hacemos en el proceso dialógico, en la conexión y reflexión conjunta? ¿Es realmente útil para estas personas, familias, comunidades? ¿Les sirve en sus contextos relacionales, en su vida, en su cultura local? ¿Qué procesos relacionales -y cómo- construyen de diferente, creativo, significativo, de transformador? ¿Qué posibilidades nuevas se crean para construir conjuntamente una cultura de buen trato; una cultura que ponga, cada vez, el diálogo en primer lugar? ¿Qué futuro se genera, que construya bienestar común, dignidad, alegría y libertad? Nos preguntamos: ¿Dónde estamos? ¿quiénes somos, mientras nos movemos? Nos interrogamos sobre la forma de crear preguntas que inviten a descubrir las historias no relatadas que todos y todas tenemos. Que las voces silenciadas tengan un espacio; visibilizar a quienes se ha querido negar, oprimir. Desde la postura que trabajamos, con una ética relacional, invitamos a la conexión con una propuesta transformadora que, de voz a la gente, y que aporte a dar dignidad a las propias existencias. Conectar las prácticas con los contextos de vida. Comprometidos en una acción poética-política con un sentido de transformación consistente. En palabras del poeta, Rainer María Rilke: “El futuro entra en nosotros, para transformarse en nosotros, mucho antes de que sucediera”. transformarse en nosotros, mucho antes de que sucediera”. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA Diálogo terapéutico desde el construccionismo social-relacional en nuestra práctica febrero 18, 2022 Tapia Figueroa, Diego, Tesis (2018) para el Ph.D. con la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y el TAOS INSTITUTE. 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