SERIE: A FAVOR DE LOS DERECHOS HUMANOS DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, M.A. (octubre, 2021) Comunicación Asertiva y Diálogos Apreciativos-Generativos para Contribuir en la Construcción Consistente de Niños, Niñas y Adolescentes Sistematización: Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, M.A. La Ética Relacional es la base de este estilo de comunicación y de diálogos y nos permite preguntar: ¿hasta qué punto nuestras interacciones atraen posibilidades o las cierran? La ética relacional significa también que nos preocupamos el uno por el otro, nos cuidamos, cuidamos las relaciones poniendo palabras amorosas y respetuosas a esas relaciones, ordenando las posibilidades y complejidades de cada interacción. Las emociones y sentimientos son modos de actuar en el mundo, los aprendemos, son producto de nuestras interacciones sociales. El sentido se genera a través de la acción conjunta. Y, abre la posibilidad de reflexionar desde diferentes perspectivas y ópticas. Contribuyendo así en crear espacio para la multiplicidad de respuestas. Tenemos la responsabilidad de valorar a las personas, sus historias. Son tiempos (la pandemia; la destrucción medio ambiental; la violencia contra niños, niñas y adolescentes, contra las mujeres; la injusticia social; la opresión; la miseria; la explotación) en los que la ceguera y sordera crueles e injustas de los adultos frente a los derechos y necesidades, los sueños y prioridades de niños, niñas y adolescentes son el estilo relacional, que oprime, excluye, prohíbe y cancela el diálogo, la alegría y la libertad. ¿Cómo podemos crear en el diálogo las condiciones relacionales para que se produzca algo nuevo y útil en el proceso relacional? Estar involucrado -aportando- en sostener un proceso dialógico. Ser creativo-improvisar, disfrutar. Ser sensible, preguntar al otro, comprender “su música” y responder a eso. La tarea del que improvisa (como en el jazz, por ejemplo) es responder a ese cambio, para producir nueva música juntos. Sensibilidad, atención, disponibilidad, apertura, flexibilidad. Confiar en que el otro te responda, en la mutua sintonía, es el diálogo. Comprender la perspectiva del otro, permite abrir posibilidades de conexión con el otro. Preguntar con honestidad en cada contexto relacional: ¿qué es lo que necesitan para sentirse seguros, para confiar, para hacer escuchar su propia voz? Y, ser consecuente en las respuestas. La persona que se comunica asertivamente expresa con claridad lo que piensa, siente o necesita, teniendo en cuenta los derechos, sentimientos y valores de sus interlocutores. Para esto, al comunicarse da a conocer y hace valer sus opiniones, derechos, sentimientos y necesidades, respetando las de las demás personas. La comunicación asertiva se fundamenta en el derecho inalienable de todo ser humano a expresarse, a afirmar su ser y a establecer límites que les hagan sentirse cómodos, libres y alegres en las relaciones sociales. En un clima/contexto relacional adecuado, los individuos pueden lograr sus derechos sin perjudicar a otros ni ir en contra de los derechos de los demás. La actuación asertiva contribuye a que las personas controlen su comportamiento (siendo menos temerosas y más expresivas sin llegar a la agresividad y hostilidad). La asertividad establece un balance de poder entre los individuos, de manera que cada uno obtenga aportes positivos de la interrelación. El propósito no es someter a otros, sino más bien asegurar la satisfacción mutua en la resolución de las diferencias. Generando bienestar, a través del buen trato, y la justicia relacional. Principios básicos de la Asertividad: Respeto por los demás y por uno mismo: Tratar a los otros con respeto es simplemente considerar sus derechos humanos básicos, que no significa dejar de cuestionar o reflexionar críticamente, para mejorar. Ser directo: Significa comunicar sentimientos, creencias y necesidades directamente y en forma clara. Ser honesto: La honestidad significa expresar verdaderamente los propios sentimientos, opiniones o preferencias, sin menosprecio de los otros ni de sí mismo. Esto no significa decir todo lo que pasa por la mente o dar toda la información considerada como privada. Ser coherente: Toda comunicación, por definición involucra al menos dos personas y ocurre en un contexto particular, así una comunicación asertiva, necesita un espacio, un tiempo, una consistencia, una frecuencia, etc. Encarnar la diferencia: Aceptar y legitimar las diferencias. Tener compasión (“sentir con”) de sí mismo y de los demás. Aceptar el derecho de equivocarse, hacer errores, no ser “perfectos”; y, también el derecho de no repetir todo lo que sea cruel e injusto consigo mismo y con los otros. Características de la persona asertiva: 1. Se siente libre de manifestarse como es: “Este soy yo”; “esto es lo que yo siento, pienso y quiero”. 2. Puede comunicarse con la gente de cualquier nivel: Con extraños, amigos y familia. Esta comunicación es siempre abierta, directa, sincera y respetuosa. 3. Se orienta activamente hacia la vida: Se compromete con lo que quiere. En contraste con la persona pasiva que espera que las cosas sucedan; el asertivo hace que las cosas sucedan. 4. Actúa de forma que se respeta a sí mismo: Acepta sus limitaciones, consciente de que no siempre puede ganar, sin embargo, siempre se esfuerza por hacer el bien de tal manera que gane, pierda o se retire, conserva su propia confianza, bienestar. 5. Legitima al otro; el otro no es un esclavo ni un amo, es in interlocutor. Los Diálogos Apreciativos- Generativos (según Dora Fried Schnitman-2021) son la búsqueda co-creativa del potencial, de lo mejor de las personas, los equipos, las organizaciones y los sistemas en los que se encuentran. El diálogo apreciativo se fundamenta en poner el foco en lo positivo para hacerlo crecer. Dentro de un enfoque desde la complejidad, los diálogos apreciativos buscan identificar lo que le da “vida” a un sistema cuando se encuentra más fuerte, más efectivo, en términos económicos, ecológicos y humanos. El diálogo apreciativo se fundamenta en el paradigma de desarrollar el hábito personal o cultural -si es dentro de la familia, de una organización- de buscar lo positivo y de hacerlo crecer como una realidad anticipada, con inteligencia. ¿Qué es apreciar? Valorar; acto de reconocer lo mejor de las personas y del mundo que nos rodea; afirmar fortalezas, potencialidades y logros presentes y pasados; percibir aquello que da vida (salud, vitalidad, excelencia) a los sistemas de vida. ¿Qué hacemos entonces con lo negativo, las dificultades o los obstáculos que se presentan en el camino? No se trata de negarlos sino de incorporarlos con atención y concentración, darse cuenta de que están y formularlos en clave de aprendizaje, enfrentarlos, poniendo el foco sobre lo positivo como fuerza motora e impulsora del futuro que queremos crear. En la posición del diálogo y la indagación apreciativos no se estancan culpándose por los errores del pasado, sino se rescata lo mejor del pasado o incluso del presente, lo creativo, lo positivo, lo constructivo y se desarrolla el potencial de enriquecimiento (“cómo podría haber sido” si es en pasado o “cómo podría ser” si es presente); después el compromiso al 100%, todos juntos, a construir para que ese potencial sea una realidad. Se trata de construir una intimidad profunda, libre de prejuicios, afirmando la vida, en un diálogo transformador que, con curiosidad auténtica y genuino interés humano, estimula la expresión de múltiples voces, de alternativas, de nuevas posibilidades. El diálogo apreciativo-generativo busca la creatividad para la innovación. Las mejores condiciones para crear son las que nos hacen disfrutar, relajarnos y sentirnos seguros. Por ello, centrarse en lo positivo y en la posibilidad es tan potente, porque genera un entorno de confort y seguridad que nos permite abrir nuestra mente y atrevernos. Se trata de elegir entre optar por trabajar desde la rutina, los miedos, la frustración y las quejas; o, desde la confianza, y el amor. Sin duda, el construir un contexto relacional en el que las palabras son guiadas por el amor y el respeto, están en búsqueda de un sentido que genere transformaciones y nuevas posibilidades. La indagación apreciativa, es una conversación reflexiva (ver: Dora Fried Schnitman, 2021). A través de preguntas significativas, se narra las experiencias exitosas del pasado; se relatan las historias positivas del presente; se cuentan las posibilidades que se desean construir conjuntamente para el futuro. Y, cómo, en un diálogo creativo e imaginativo, nos comprometemos para expandir la libertad, la dignidad, el placer; para que crezca y se potencie la ética relacional. El proceso necesita participación, democracia, buen humor, flexibilidad (y están presentes los sueños de cada uno), valorando lo que sí funciona, e imaginando lo que podría ser. Importa construir procesos que generan nuevas conversaciones, que significan nuevas posibilidades, nuevas relacionales, nuevos mundos. Legitimar distintos modos de ser y de actuar en la relación con los demás. El construir posibilidades generativas, a partir de una escucha generosa y acogedora, con una práctica conversacional, creadora de nuevos sentidos favoreciendo una nueva historia. Cualquier cosa que pensamos, decimos y hacemos emerge en este contexto relacional, que significa vínculos con atención plena, una presencia relacional, que crean procesos relacionales que generan las condiciones para la transformación. Implica el aportar con consistencia: Una conexión profunda -ser con-. Una presencia radical. Conciencia de nuestra vulnerabilidad, incertidumbre. Relaciones equitativas. Incluir voces compasivas, que consideren con sensibilidad a las personas. Participar en una forma de relación que nos dirige hacia el otro: construir lo distinto. Se requiere de contextos sociales-relacionales que la nutran. Incluir formas de relación innovadoras, no estrategias o técnicas que se manejan; generar formas de crear nuevos estilos de vida. Sostener con consistencia: desde la alegría y el buen humor, el placer y el gozo de ser con los otros, de estar vivos y dar sentido nuevo, cada momento, a nuestra existencia. Encarnemos y contagiemos en las relaciones con niños, niñas y adolescentes, la capacidad de tener una mirada hacia el futuro orientada a construir futuros preferidos: a quién le sirve, para qué, en qué momento, cómo aportamos de manera distinta en la construcción del tipo y estilo de relaciones que nos gustaría experimentar. Entender el ser con los otros como un proceso de creación y generación de futuros; en un proceso de responsabilidad, de ética relacional, con creatividad, imaginación e inteligencia relacional. Participando (¿qué aporto, cada vez, de distinto/positivo/transformador?) de manera responsable en la generación de las condiciones que hagan posible el bienestar común. El desafío-invitación, para construir una pragmática reflexiva, a favor de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, es a innovar, el conectarse con los otros, el escuchar y hablar con los otros, el interesarse genuinamente en comprender al diferente, el sueño de algo profundamente nuevo, libres de la tiranía de los lugares comunes, el conformismo social, los estereotipos y los prejuicios. Para comenzar a hacer creativamente algo distinto, conjuntamente con los otros, abrirnos a aquello que decía el filósofo Martín Heidegger: “…asumir serenidad ante las cosas y apertura al misterio”. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA Anderson, H. (1999). Conversación, lenguaje y posibilidades. Un enfoque posmoderno de la terapia. Buenos Aires, Argentina Editorial Amorrortu. Camargo-Borges, C.; McNamee, S. (2020). Investigación como innovación: una invitación a los procesos de investigación creativos e imaginativos. The Sage Handbook of Social Constructionist Practice. Edited by: Sheila McNamee – Mary M. Gergen – Celiane Camargo-Borges – Emerson F. Rasera, – October 2020 | 696 pages | SAGE Publications Ltd. Fried Schnitman, D. (Ed.) (2017), Diálogos para la transformación: desarrollo de proyectos e investigación generativa orientados a la construcción de futuros en Iberoamérica – Volumen 1, 2 y 3. Ohio, USA: Ed. A Taos Institute Publication. WorlShare Books. Gergen, K. (2016). El ser relacional. Bilbao, España: Editorial Desclèe De Brouwer. McNamee, S. (Ed) Filo y Sofía en diálogo: la poesía social de la conversación terapéutica (pp. 102-109). Ohio, USA: Ed. Taos Institute Publication. McNamee, Sheila y Gergen, K. et ál. (1996). La terapia como construcción social. Barcelona, España. Editorial Paidós. 5th Bi- Annual ICCP International Meeting New Times, New Horizons: Creating Possibilities for Collaboration and Dialogue-TAOS INSTITUTE Y HOUSTON GALVESTON INSTITUTE, junio 2021. 5to DIPLOMADO EN PERSPECTIVA Y PRÁCTICA PROFESIONAL GENERATIVA 2020: http://www.fundacioninterfas.org/capacitacion/?p=3956 Notas del ISI: Instituto Internacional de Verano (México: 2013, 2014, 2015, 2016, 2017). Organizado por Sylvia London, Harlene Anderson e Irma “Ñeca” Rodríguez. Descubre más desde Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico. Escribe … Sigue leyendo SERIE: A FAVOR DE LOS DERECHOS HUMANOS DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
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