SERIE: APORTES Y AUTORES SIGNIFICATIVOS EN EL CONSTRUCCIONISMO RELACIONAL-CONSTRUCCIONISMO SOCIAL

Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, M.A. (diciembre, 2020) “La praxis da sentido a las palabras.”  (Ludwig Wittgenstein) Tom Andersen (I) Proponemos una selección de breves conceptos, reflexiones, ideas, propuestas de algunos de los principales exponentes de la postura, perspectiva, teoría y práctica socioconstruccionista. Para facilitar la lectura reflexiva proponemos citas concretas textuales sin especificar cada vez las fuentes, por ello proponemos al final la bibliografía de referencia para que puedan hacer sus propias búsquedas y lecturas. Es una invitación a abrir su curiosidad por estos apasionantes aportes. Seguimos con Tom Andersen, Ph.D. (Nació el 2 de mayo de 1936, en Oslo- Noruega. Murió el 15 de mayo de 2007, en Noruega). Las palabras son como manos con las que tocamos el rostro de las personas.  Y, a la vez, puedes ver a las personas ser tocadas por sus propias palabras. ¿Saben qué es lo más importante que buscan los consultantes en un proceso terapéutico? ¿Qué es lo que los humanos en nuestras vidas, los consultantes en la terapia, las personas en sus contextos, buscamos en toda interrelación humana, lo que más necesitamos y valoramos, lo que agradecemos, sea que lo digamos y manifestemos o no lo hagamos? La GENTILEZA: Que se les hable con gentileza. Que se les escuche con gentileza. Que se les pregunte con gentileza. Que se les responda con gentileza. Que se les trate con gentileza. Quiero hablar con la gente como no se han hablado a sí mismos o entre sí… No hablamos a los consultantes o para los consultantes; hablamos con los consultantes y hacemos cosas con los consultantes… ¿Cómo quiero ser con otros? Y ¿Cómo quiero que sean ellos conmigo? Hablar de modo diferente supone, entre otras cosas, escuchar de modo diferente. Quiero comprender y quiero ofrecer comprensión. Cultura es mirar al otro. Respeto es mirar al otro una vez más. Solo podemos contribuir para ayudar si la conversación nos hace sentir curiosidad. Como en otras cuestiones de la vida, la curiosidad es el motor de la evolución. Las palabras forman nuestros significados y éstos influyen en cómo vivimos…El lenguaje que usamos nos hace quienes somos en el momento en que lo usamos. Puedes tomar prestados mis ojos, pero no te los puedes llevar de mí… En el instante en que proferimos una palabra, en el instante en que nos expresamos, nos transformamos. Prefiero ser visto como una persona “invisible”, “inaudible”, que constantemente estoy buscando el contexto más amplio. Estoy ocupado en cómo rescatar, cómo contribuir a resolver los dilemas económicos de la vida de las personas. Mi trabajo es político. Quiero hablar de las bifurcaciones porque todos pasamos por ellas y tenemos que decidir cómo continuar. Algunas decisiones las pasamos sin darnos cuenta, otras resultan muy claras y la decisión tiene que ver más con lo que “no queremos ser”, con lo que queremos dejar atrás. Para mí la primera bifurcación en el camino apareció cuando decidí no ser indiferente, aceptar la “incomodidad” y permitirle ser mi guía en el camino. Todo lo que he hecho lo he hecho para evitar la incomodidad. La segunda fue el dejar de ser “instruccional” o “competitivo”, cuando empecé a preguntarle a la gente qué es lo que piensa en lugar de tratarlos de convencer de pensar de alguna manera. La tercera apareció cuando dejé “el cuarto cerrado” y me moví al “cuarto abierto” haciendo conversaciones reflexivas con las personas y preparándolas con ellas, escuchando lo que ellas quieren decir y hablando de lo que ellas quieren hablar, dejé atrás las conversaciones preparadas. Esto me llevó a salir al mundo real, a sentir en el cuerpo y no en el laboratorio o en la biblioteca, a privilegiar el marco o el contexto de la realidad experiencial. La experiencia en la práctica determina lo que leo o investigo, evito hacer lo contrario, leer primero y luego salir al campo de la experiencia. La cuarta bifurcación viene de mi relación con Harry Goolishian, él decía “Reflexiona sobre lo que dijeron y no sobre lo que no dijeron”, y eso me ha llevado a hablar de lo que las personas acaban de decir, a mantenerme cercano a la palabra hablada, a seguir el significado de las palabras y en el caso que éstas afecten el cuerpo. No empiezo por el cuerpo, empiezo por la palabra. En la vida profesional si no hay palabras no comento. Respondo a la “expresión” que está esperando, buscando o rogando por una respuesta. Pregunto cómo quieren utilizar la reunión. No interrumpo el flujo de la plática para preguntar. Pregunto acerca de lo que pueden hablar, con qué ideas se pueden quedar. Cuido las palabras que uso con frecuencia, grandes o pequeñas. Las miro, las contemplo y las elijo con cuidado. Escucho lo que dicen. La conversación es lo más importante en el camino para encontrar nuevas formas de estar involucrado. Me interesa la manera como se van haciendo las historias, me quedo en el proceso, en el momento de “estarlas formando” y no en el producto. No trato de buscar una historia, la historia se forma, se encuentra a sí misma. Hablar de “cosas” es doloroso, la fisioterapia aumenta la respiración creando dolor, entonces la psicoterapia es dolorosa tanto para el cliente como para el terapeuta. Acompaño al cliente en su búsqueda temerosa, esto es muy doloroso, ver a la gente sufrir, sentir el dolor, pero es necesario… Soy muy serio. Me centro en la “otredad”. El importante es el otro, lo que siente, lo que piensa, lo que quiere, lo que dice… Me gusta privilegiar el conocimiento generado por la experiencia, más que el centrado en la evidencia. El centrado en la evidencia se centra en lo que se ve, el de la experiencia en lo que se ve y en lo que no se ve. Me obligan a ser un presentador serio, a buscar buenas palabras y a dar el paso para buscar mejores palabras. La descripción es lo más importante, la manera como escogemos las palabras… Yo creo que la manera como hablamos los unos con los otros pueden llevarnos a crear culturas más solidarias. Advertencias: el equipo tiene que mantenerse libre, positiva, discreta, respetuosa, sensible, imaginativa y creativamente. Según el equipo la experiencia consistió en favorecer el proceso ya descrito por Bateson cuando comenta que “La diferencia que hace una diferencia” es la mejor forma de potenciar la transformación. ¿Cuál es el procedimiento que produce una «diferencia que crea una diferencia»? No se trata de un insight en el sentido psicoanalítico, sino de una situación que permite encontrar una salida inesperada a un contexto usual. Primero, algo es distinto al ser diferente de su entorno, y segundo, un cambio es una diferencia a lo largo del tiempo causada por una diferencia…Las preguntas que buscan las diferencias que causan diferencias son las que se centran en los cambios, por ejemplo: ¿cómo se puede explicar esto? Las interpretaciones y los consejos más o menos explícitos deben ser evitados: los consejos e interpretaciones pueden convertirse fácilmente en perturbaciones alienantes para la persona. Si ésta asimila algo para lo que no tiene respuesta, podría darse una desintegración. Una forma de evitar que esto suceda es poner fin a la relación. El “silencio y la escucha”, es el modo de no generar tensión y de facilitar una observación atenta y tranquila a las respuestas, dando a su vez tiempo y espacio para que el consultante también pueda observar sus respuestas. Equipo reflexivo: 1. Las reflexiones del equipo deben basarse en algo expresado durante la conversación “cuando escuché… se me ocurrió…”.  2. Los miembros del equipo al hablar públicamente deben tratar de no transmitir connotaciones negativas. En vez de decir “no entiendo por qué no intentan esto o aquello”, se dice: “me pregunto qué pasaría sin intentarán hacer esto o aquello…”. 3. Cuando familia y equipo están en la misma habitación y el equipo esta reflexionando se pide a estos miembros que se miren entre sí, es decir, que no miren a los que escuchan (consultantes), con el fin de permitir que los oyentes se sientan en libertad de no escuchar. Después, la conversación se centra en la familia y el entrevistador, y se ofrece la oportunidad de que está discuta la charla del equipo. Conversar, ver conversaciones sobre lo conversado y volver a conversar, abre posibilidades de ver diferentes perspectivas de la misma situación. La conversación terapéutica en última instancia busca nuevas definiciones de uno mismo, nuevas descripciones, nuevos matices y comprensiones que permitan abordar el problema de una forma distinta. Cuando los consultantes escuchan lo que el equipo reflexivo de terapeutas pensamos sobre lo que han dicho en la sesión: la actividad de pensamiento y de reflexión que se explícita en la sesión…la inversión de luz y de sonido da una sorprendente libertad a la relación entre nosotros y la familia. Ya no éramos la parte responsable, sino solamente una de las dos partes del proceso conversacional. Las “expresiones” son las que forman nuestras vidas y al mismo tiempo condicionan nuestros pensamientos. Son las palabras, es el lenguaje el que articula nuestra forma de pensar, y no al revés como siempre se creyó y es por eso que en ellas hay que buscar pistas y respuestas. Siempre es posible ver y escuchar en las palabras más de lo que se percibe. Para eso hay que ir despacio, en forma pausada. Prestar atención particularmente a los silencios y las posturas corporales como parte de lo que la persona quiere o puede transmitir. Todos y cada uno de nosotros debiéramos tener la posibilidad de que nuestra voz sea escuchada y respetada. Pero también es importante ser la persona que escucha a los demás y esto es una responsabilidad. Cuando he llegado a conocer a las personas, a comprenderlas, me ha impactado. No creo que la historia de nadie sea una repetición de la de nadie más. Siempre son diferentes. Las personas viven vidas muy diferentes, con oportunidades muy distintas. No estoy tan preocupado de lo que sea sino acerca de lo que pudo ser. ¿Qué puedes hacer ahora? ¿A quiénes puedes conocer? ¿Acerca de qué pueden hablar? ¿Cómo puedes hacer las cosas para tratar de encontrar algunas aperturas en el futuro? Una encrucijada importante fue elegir que la práctica impregne nuestros ojos, nuestras manos y después reflexionarlo. Otra encrucijada: aprender a describir de una manera nueva, no deberías proporcionar descripciones   muertas de seres vivos. Deja de hacer lo que te incomoda. La incomodidad está conectada a lo que sientes en una situación. Y sentimos con nuestro cuerpo. El cuerpo te dice: “esto no está bien”, escúchalo. Aprender a respirar, a exhalar, a soltar, liberarse. “No aceptes el dolor”. “Deja que entre tu aliento”. Es como decir: “deja que entre la vida”. “Ten coraje, deja que la respiración comience por sí misma”. De eso se trata la vida. Arriesgarnos a dejar que pase por si sola. Es tan fácil querer guiarla, mandarla. Y por eso creo que es muy importante en la terapia conversacional dejar que los que quieran hablar lo hagan, y que hablen de lo que quieran. No hacer planes ni trabajar hacia ninguna meta específica. Se debe evitar eso. Siempre me ha interesado ver la cuestión en términos de justicia-injusticia, tema que siempre me ha preocupado… nunca me ha parecido natural el hecho de andar oprimiendo a la gente. Creo que mi modalidad de trabajo tiene que ver con una forma emocional de ver el mundo. Pero también considero que esta perspectiva es el producto de mis propias experiencias personales, las cuales me llevaron a sentirme más cómodo cuando empecé a trabajar así. La palabra terapia no es un término que resulte de mi agrado. Lo que es definido como terapia es para mí primero y antes que nada un tipo de relación. Esto tiene que ver con lo ético y también con lo estético, con el arte. Para mí no se trata de una cuestión técnica, ya que las técnicas corren el riesgo de convertirse prontamente en algo mecánico. Harry Goolishian, decía: … Sigue leyendo SERIE: APORTES Y AUTORES SIGNIFICATIVOS EN EL CONSTRUCCIONISMO RELACIONAL-CONSTRUCCIONISMO SOCIAL