Agradecemos a Harlene Anderson, miembro de la Junta Directiva del Taos Institute, por su generosidad al permitirnos reproducir su artículo en nuestro blog.
Harlene Anderson (*) es una de las creadoras de la filosofía y postura de las prácticas colaborativas y dialógicas y el socioconstruccionismo y la docente principal del ICCP, que comenzaremos en Ecuador, este sábado 4 y domingo 5 de abril de 2020, con un Seminario Internacional. Las inscripciones están abiertas.
Nos encanta poder compartir con ustedes este texto recién publicado este mes.
BREVES PENSAMIENTOS SOBRE EL ESCUCHAR
Harlene Anderson, Ph.D.
The TAOS INSTITUTE
(Traducción: Bruno Tapia Naranjo)
Mis pensamientos sobre el escuchar en un contexto del trabajo práctico descansan en el marco conceptual de una Práctica Colaborativa-Dialógica. Colaborativa-Dialógica se refiere a ser y estar comprometido con el otro, u otros, en una relación colaborativa y una conversación generativa. Alguien con un guion “colaborativo y dialógico” para enfatizar que es un procesamiento común. En lugar de dos cosas separadas que se presionan juntas o como una modificando a la otra. En otras palabras, la relación y la conversación van de la mano. Los tipos de relaciones en las que participamos influyen en la calidad de las conversaciones que podemos tener con el otro, y viceversa. No pueden no hacerlo.
Para mí, escuchar nunca es una actividad independiente. Está interconectada con hablar, responder y oír, todo lo cual es esencial en cualquier esfuerzo genuino por aceptar y entender al otro. Es un proceso de ser y comprometerse con el otro como un ser humano único. John Shotter se refiere a este tipo de escucha como escucha sensible: siempre preparado para responder con curiosidad y como una invitación para compartir más.
Hablo para invitar al otro a hablar para que yo pueda escuchar. Escucho para responder. Responder es una responsabilidad humana, moral y la forma en que respondo es decisiva. Lo que parece ser o estar “sin respuesta” es una respuesta que el hablante puede interpretar de diferentes maneras. La forma en que respondemos señala la importancia -o no importancia- de la otra persona y lo que dijo. Quiero responder para reconocer que el otro ha hablado y mostrar coherencia con lo que se dijo o lo que creo que se dijo. Quiero responder de una manera que me ayude a aclarar si realmente he escuchado lo que el otro quería que escuchara, y hacerlo de una manera, tono y actitud de respeto y curiosidad. El respeto y la curiosidad muestran el aprecio por y el reconocimiento de la “humanidad” del otro.
La autenticidad es importante. Debemos mostrar sincero y genuino interés y estar presentes en y con la relación. Pero no importa cómo nos esforcemos por ser genuinos, también debemos reconocer que no podemos ser ciegos a nuestros propios valores, creencias y prejuicios. Nuestros oídos, ojos y cuerpo -nuestras lentes y nuestros sensores- están llenos de influencias culturales e históricas que fácilmente nos pueden llevar a suponer, juzgar, culpar o categorizar al otro. Tendemos a hacer sentido del otro, su narrativa y nuestra experiencia de ellos a través de nuestros pre-entendimientos y percepciones- lo que hacemos desde nuestros mapas que tienen-sentido.
No podemos trascender nuestras realidades gratuitamente o pretender que nuestras subjetividades no existan. Podemos, sin embargo, ser un oyente y emisor interesado y curioso que está intentando aprender del otro, y aprender de su mapa-de-sentido, no del nuestro. Encuentro que cuando estoy involucrada en este tipo de aprendizaje, mis respuestas a lo que creo que escucho y entiendo son más coherentes con lo que el otro quiere o anhela. Esto no sugiere que la intención de mi respuesta siempre sea apoyar, validar o condenar lo que se dijo. Simplemente quiero asegurarme de que entiendo lo mejor que puedo. Por lo tanto, el entendimiento es activo y no pasivo, así como es mutuo y no singular.
La escucha “verdadera” puede ocurrir solo cuando estamos abiertos a la diferencia y a la singularidad del otro sin juzgar, culpar o criticar. Al ser y hacerlo así, estamos escuchando éticamente.
Al escuchar éticamente, no nos esforzamos por cambiar al otro, sino que nos permitimos a nosotros mismos ser influenciados por ellos.
Brief Thoughts on Listening. Taos Institute Ideas, News and Resources – February 2020 –
https://www.taosinstitute.net/
(*) Harlene Anderson, Ph.D., es miembro fundador del Houston Galveston Institute; del Taos Institute; del Certificado Internacional en Prácticas Colaborativas y Dialógicas -activo en todos los continentes-. Ella es reconocida internacionalmente por estar en la vanguardia de las prácticas de colaboración posmodernas como una de sus creadoras. Es consultora, supervisora y educadora. Harlene ha sido autora y co-autora de numerosos ensayos profesionales, incluyendo sus libros de gran trascendencia epistemológica. Es miembro de las juntas de revisión editorial de varias revistas internacionales. Es facilitadora en numerosas conferencias y congresos internacionales. Y ha ganado numerosos premios de gran prestigio mundial.
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