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Construccionismo social-relacional. Construcción conjunta, significativa y creativa de procesos de transformación en el proceso terapéutico, en la formación de profesionales y en la supervisión clínica. (19/20)

Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)

Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, M.A.

“Permanece curioso, interesado, reflexivo y expresivo. El diálogo es performativo, se activan diferentes experiencias y recursos de los participantes, y versiones de sí mismos. Como hemos planteado, el diálogo construye su propio devenir en el proceso mismo de estar en diálogo. Un diálogo se hace, se crea en acciones dialógicas, se hace camino al andar: se camina la palabra”.

Dora Fried Schnitman (2020b, 2021).

La Autómata, 1927, de Edward Hopper.

Nos basamos para esta serie, en esta tesis, de la que extraemos -adaptándolas- las propuestas e invitaciones a una postura relacional distinta para la construcción del proceso de diálogo terapéutico transformador.

¿Cómo el construccionismo social y las prácticas colaborativas y dialógicas son útiles para la co-construcción relacional de un espacio de formación y supervisión terapéuticas? Tapia Figueroa, Diego, Tesis (2018) para el Ph.D. con la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y el TAOS INSTITUTE de Estados Unidos

Aportes al trabajo de los equipos y los operadores

“El propósito de la terapia es ayudar a que las personas cuenten sus narrativas en primera persona, de modo que puedan transformar sus identidades en otras que les permitan entender su vida y sus aconteceres, que abran muchas maneras posibles de ser y actuar en el mundo en cualquier momento y en cualquier circunstancia, y que les ayuden a conseguir y expresar o ejecutar su creatividad o su sentido de autonomía.”

Harlene Anderson (1999. p. 305)

Preguntar incesante para generar nuevas preguntas. Este cuestionamiento puede, tal vez, iniciar a producir una respuesta tentativa, provisional al abrir las conversaciones generando estas otras preguntas que buscan invitar a reflexiones y acciones prácticas, socialmente responsables; preguntas que también siguen siendo actuales, por ejemplo:

¿Cómo quiero ser con los otros? Y ¿Cómo quiero que sean ellos conmigo?  ¿Cómo pueden los procesos de diálogo y el enfoque en las posibilidades y potencialidades transformar nuestra comprensión de nosotros mismos y de los demás? “Considerándote a ti mismo desde las múltiples perspectivas que están disponibles en tu historia: ¿Cuáles considerarías las más significativas? ¿Cómo así escoges estas? ¿Cómo han funcionado en la creación de las opciones que has hecho, hasta ahora, en términos de educación, amor, trabajo y amistades? ¿Cuáles han sido más útiles? ¿Las más perjudiciales?” 

¿Qué responsabilidad tengo yo, para contribuir -sin prejuicios, desde ahora-, a construir los estilos relacionales que me gustarían y merezco?

¿Qué vida distinta quiero, desde este momento, con los otros, para mí? ¿De qué forma la construiré con aquellos que elija como significativos en esta nueva historia en devenir?

¿Qué se transformaría, si subvertimos todas las condiciones en que los seres humanos son explotados, oprimidos, humillados y enajenados…desde su tierna infancia?

Cada vez, es con la utopía con lo que la filosofía se vuelve política, y lleva su máximo extremo la crítica de su época. La utopía no se separa de su movimiento infinito…” Gilles Deleuze y Félix Guattari (1997, p. 101). Es comprometerse en generar múltiples y variadas conversaciones, que cuestionen las perspectivas dominantes que sostienen el control social, también desde la terapia, poniendo particular atención a las diferentes maneras a través de las cuales la política de poder establecido se manifiesta; interpelando permanentemente el discurso social existente.

Ahora, este momento del mañana (“¡Ser o no ser: he aquí el dilema… ¡Morir!…, dormir! ¡Dormir!… ¡Tal vez soñar!…” (Shakespeare, trad. 2003, p. 130). El placer de las conversaciones con quienes construimos esta sociedad, el placer de las conversaciones permanentes con los demás, el placer infinito de la lectura, la escritura y la reflexión crítica nos permiten continuar, desde la complejidad, estos diálogos generativos y transformadores iniciados con este tipo de coinvestigación.

Shakespeare propone reflexionar distinto y críticamente desde una filosofía de la complejidad, con un lenguaje capaz de poner en movimiento la incertidumbre y desplegando el placer de interrogarse sin facilismos, con confianza en la inteligencia de los potenciales lectores de la cultura ecuatoriana y de otras culturas.  Reflexionar con humildad y reconociendo los límites de este esfuerzo abocado a lo coyuntural y provisional desde un contexto local capaz de desarrollar procesos ricos en perspectivas y complejidades.  Que una investigación, surgida en estas latitudes dejase de ser solo simple y muy concreta y que los investigadores estén gustosos de aportar con una mirada propia.

Escribir desde la “periferia” implica asumir también responsablemente el derecho a los conceptos complejos o “filosóficos”, libres de una concepción colonizadora y paternalista del conocimiento; autorizados a lo difícil conceptual, al gozo del pensar interminable. Algo como decir: “los intelectos del Ecuador y de Latinoamérica, no necesitan solamente ideas sencillas, que no los desafíen ni cuestionen con categorías conceptuales complejas. Necesitan, como todos, independientemente de su cultura, ideas y conceptos que desafíen el potenciamiento de sus habilidades, recursos y fortalezas”.

Sol matutino, 1952, de Edward Hopper.

Es posible invitar a aceptar que una investigación rigurosa puede incorporar e integrar no solo concepciones filosóficas socioconstruccionistas, sino también reflexiones provenientes de la literatura, el cine, el arte o la poesía y que no estén injustificadas, ni sean innecesarias o gratuitas.

En el Ecuador, los contextos son difíciles para la investigación, se mezclan la xenofobia y la mirada colonizadora como lo que les señala el norte, ese poder dueño del único conocimiento verdadero -hecho de hipótesis y diagnósticos rígidos y verticales, datos cuantitativos duros, expertos incuestionables con un conocimiento válido para todas las culturas y en todo momento histórico- puede conceder el permiso de existir a otras perspectivas siempre y cuando se le reconozca su jerarquía, superioridad y omnisciencia científica; se acepte su dominio, y su único derecho a comenzar la conversación, determinar previamente su contenido y decidir sus conclusiones (y las tareas que deben cumplir los demás). Su convicción: las preguntas sobran, las reflexiones son consideradas superfluas. Aquí, los que detentan el poder garantizan el statu quo. En este sentido también será importante que la Universidad en el mundo, que la Academia no se restrinja por una sola orientación de pensamiento o línea de investigación. El espacio para la crítica argumentada consistentemente que encarna y modela la Universidad, la Academia es una invitación a la multiplicidad de perspectivas y al diálogo con la diversidad, generador, respetuoso y transformador.

La postura socioconstruccionista propone: actuar, escuchar, reflexionar y decir               -dialogar- con curiosidad y respeto, con confianza en los recursos y fortalezas de las personas y las comunidades de esta cultura local, con la pasión crítica que no se resigna a la subalternidad “científica” y con el genuino deseo de aprender con los otros; de abrir espacios de diálogo transformador. Esta investigación además es una invitación a decir distinto y con criterio, desde nuevos lugares, posturas y perspectivas; a hablar con voz propia, a legitimar la otredad; a la metamorfosis de los sentidos y significados en una continua y enriquecedora co-construcción que entreteje lo dialogal y relacional. Aceptando el derecho de crear significados y coordinarlos conjuntamente, de disentir, contradecir y elegir; confiando en los argumentos consistentes, sin prejuicios de clase, etnia, género, lengua, cultura, condiciones socioeconómicas y educativas y otras consideraciones; decir y hacer con honestidad.

Parafraseando a Kenneth Gergen (2017), hay que preguntarse: ¿Hacer investigación para qué y para quién? ¿A quién le sirve la investigación? La investigación relacional está orientada a crear el futuro y no a ver el pasado. Tiene que ver con: ¿Qué tipo de sociedad queremos construir? ¿A quiénes queremos ver involucrados? No concentrarse en mirar el pasado sino a qué tipo de coconstrucciones queremos llegar. La investigación relacional hay que verla como una orientación, una sensibilidad acerca de si vivimos en un mundo relacional: ¿Qué tipo de mundo estamos teniendo, y qué mundo queremos crear? Las cosas cobran sentido dependiendo de lo que tú haces con lo que yo te digo o hago.

Yo puedo hacer la acción, pero tú tienes que darle algo de vuelta para que entonces pueda cobrar significado. Cuando coordinamos nuestras acciones es que el mundo cobra vida.

De estos viajes estamos hablando en esta coinvestigación, de comprometernos responsablemente, en la construcción conjunta de una comunidad y de una sociedad con justicia y equidad. De crear nuevas posibilidades relacionales generadoras de futuros posibles, encarnando relacionalmente esta invitación a vivir la rica complejidad de la diferencia. “…Estoy aquí o allí, o en otro lugar. En mi comienzo”.

“…El conocimiento impone una estructura, y falsifica,

pues la estructura es nueva en cada momento

y cada momento es una nueva y chocante

valoración de todo lo que hemos sido”.

“…La única sabiduría que podemos esperar poder adquirir

es la sabiduría de la humildad: la humildad es interminable”.

(T.S.Eliot, 1995, p. 198-199-200.)

Al comenzar con esta pregunta: ¿Cómo el construccionismo social y las prácticas colaborativas y dialógicas son útiles para la coconstrucción relacional de un espacio de formación y supervisión terapéuticas? La pregunta inicial derivó en otras preguntas como esta: ¿Cómo traer nuestros recursos a este diálogo, que tiene un propósito transformador? La manifestación de esta multiplicidad y complejidad es lo que se buscó potenciar en los encuentros con los coinvestigadores.

De noche en la oficina, 1940, de Edward Hopper.

Desde esta perspectiva generativa se entiende que lo relacional es la base de todo lo social y de allí surgen los significados que permitirán comprenderse para desarrollar nuevas construcciones para la acción coordinada, movilizando todos los recursos que nutren las conversaciones, preguntando si hay otras maneras de concebir el futuro, de generar posibilidades que permitan estar juntos en un mundo social complejo que se hace propio porque se lo transforma conjuntamente. Asumimos la responsabilidad de que esta no es solo una forma de estar en el mundo, sino que es una forma de estar en el mundo con los demás; una forma relacionalmente ética, políticamente responsable.

Lo que recordaríamos al reencontrarnos (imaginariamente), podría ser esto: En las formas de relación y comunicación que experimentamos sólo puede ser considerado buen trato el diálogo como primera opción.  Todas las otras formas de relación son maltrato y significan exclusión. A través del diálogo se promueve una actitud de curiosidad sobre las diferencias. El construccionismo hace posible una forma de ser con los otros en el mundo, que es útil porque nos permite hacernos preguntas nuevas que nos posibilitan entregarnos a la curiosidad.

De volver a cocrear un espacio como este, cuidaríamos el preservar este tipo de comprensiones y de procesos relacionales: Existen múltiples perspectivas, lo que permite que surjan múltiples significados, que a su vez crearán múltiples posibilidades. La construcción social sugiere muchas maneras de ver las cosas, por esto, hablamos de recursos. La orientación construccionista invita a fortalecer, cada vez más, lo relacional; a entretejer procesos vinculantes, crear las condiciones generativas para estar presentes en las relaciones, y asumir la responsabilidad de los resultados de estas relaciones. Nos transformamos relacionalmente, en diálogo, para llegar a ser (distintos) lo que nos gustaría ser con los otros.

Nos orientamos hacia la creación de espacios de posibilidades conectados con los significados de la vida, desde un lenguaje de aprendizaje compartido, generando opciones sobre cómo poder contribuir de maneras innovadoras con las comunidades, en la cultura local y asumiendo que no solo se trata de elegir un camino eficaz sino en cómo continuamos la reflexión conjunta sobre ese camino.

Estas perspectivas dialógicas/generativas están enfocadas en lo que sucede “entre” las personas, porque es allí donde surgen los procesos relacionales.  Es en estos diálogos que nos avocamos a entender las diferencias de formas distintas.  Las prácticas dialógicas y generativas se proponen como una manera de vivir juntos en el mundo, conscientes de que no podemos ser sino a través del diálogo.

Porque la cuestión sigue siendo: ¿Qué estamos creando juntos, para generar las posibilidades de un presente con las condiciones relacionales éticas y políticas, que signifiquen equidad, justicia, responsabilidad, dignidad? ¿Cómo nos conectamos a través del diálogo, para crear posibilidades de futuros distintos, respetuosos de los derechos humanos y de los compromisos sociales y relacionales de sus participantes?

Uno de los aprendizajes fue que antes de hacer preguntas es importante acumular experiencias para preguntar y aprender a hacer silencio cuando las preguntas nos hablan. Cada historia es importante y merece ser escuchada; haciendo énfasis en lo que las personas sienten, piensan, hacen y se relacionan.  Con una actitud de apertura constante para dialogar con los demás, con lo que la conversación produce. Y la cuestión de cómo continuar nos interpela en tanto y en cuanto nos remite a las relaciones con los otros, porque el cómo continuar puede hallar respuestas tentativas solamente cuando incluye el “con”.  No es posible continuar si no es un continuar relacional.

Algunos de los aprendizajes finales, por lo pronto, de este proceso son por ejemplo: a) no comenzar el proceso solo por petición de quien dirija o mantenga la jerarquía de la institución, sino, hacer encuentros previos para que la necesidad surja de todos los participantes; b) no confrontar desde el inicio las certezas modernistas y positivistas teóricas y prácticas de los participantes; c) no cuestionar desde el arranque los prejuicios de clase, etnia, género, etc.; d) no dejar que las injusticias, por ejemplo, salariales, sean un asunto que lo enfrenten aisladamente algunos integrantes de los equipos técnicos participantes.

Oficina en una ciudad pequeña, 1953, de Edward Hopper.

También, haríamos más de lo siguiente: invitarlos a dar respuestas actualizadas a este tipo de interrogantes: ¿Cómo puedes aportar, de forma significativa, para que lo que suceda aquí, sea lo que esperas, y lo que te gustaría? ¿Puedes pensar un momento de aprendizaje, una reflexión distinta, que te vas a llevar de este encuentro? ¿Qué utilidad puede tener el diálogo y la práctica generativa en este contexto concreto?

Hemos aprendido, además que, con los diálogos, más que buscar consensos y acuerdos, lo importante es construir juntos otras y nuevas maneras de entendernos, de coordinarnos para las acciones sociales que necesitamos desarrollar y que nos permitan resolver juntos los dilemas que atraviesan las familias y los equipos con los que trabajamos. 

También, agregaríamos esto: trabajar con más ejemplos (y dialogarlos reflexivamente entre todos) de otros campos: la buena literatura, la filosofía, el buen cine, el arte. Y, salir del espacio exclusivo del ámbito laboral: que, como comunidad de aprendizaje, podamos construir espacios conjuntos de cuidado al cuidador: cada cierto tiempo, por ejemplo, comer grupalmente; hacer algún paseo corto; escribir y publicar documentos en los que cada uno de los participantes, directamente, narre sus propias historias distintas.

Porque de lo que se trata es de incorporar el ser relacional en todos los contextos, invitando a un diálogo colaborativo/generativo. Buscando constantemente y con pasión abrir posibilidades y abrir sensibilidades. Preguntarnos continuamente: ¿qué es lo que importa; qué es lo valioso? Desde un pragmatismo reflexivo, interrogarnos: ¿Qué es lo que queremos crear y que importe a los demás, que tenga valor para los otros? Para ello aporta además, la Ética Relacional: en lugar de encerrar y limitar aquello que estamos haciendo, abrimos las posibilidades de todo aquello que puede hacerse y que de manera conjunta podemos construir. De distintas maneras nuestros desafíos están en aceptar y abrazar la incertidumbre y dialogar desde la complejidad, confiando en las relaciones, en los procesos relacionales.

Seguir juntos, en un discurso respetuoso con la alteridad, la diversidad y la multiplicidad, la polisemia; un discurso que se compromete con el otro como forma de compartir lo significativo, desde una curiosidad y apertura que inicie conversaciones en lugar de restringirlas, que incluya todas las voces en nuevas conversaciones transformadoras.

Con una ética relacional, que nos hace preguntarnos: ¿Qué aportamos de distinto en este contexto local?  ¿Cómo podemos cuidar nuestras relaciones, de manera que podamos crear conjuntamente vida, vida significativa? ¿A qué clase de futuro puedo contribuir?  He buscado que se entienda el diálogo como una forma nueva de aceptar las diferencias.  Expandiendo los contextos relacionales, generando lo nuevo; coordinando con respeto la complejidad; con curiosidad por lo diverso; propiciando una mirada creativa a favor de los recursos y las fortalezas; conversando sobre las transformaciones sociales necesarias.

Son aprendizajes y diálogos inesperados que pueden llevarnos tan lejos como para aprender a vernos como si fuese la primera vez y entender relacionalmente algo de lo que nos ocurre y que merece que le pongamos palabras con sentido, otros significados, inéditos.

Cuando te preguntas, te interrogas, te cuestionas todo, llegas al tema importante: la ética relacional, la responsabilidad con los otros, la corresponsabilidad en la construcción del bienestar común. Y, de los diálogos surgen los sentidos nuevos para lo que el estar presente con el otro aporta: curiosidad, significados distintos, innovaciones, posibilidades creativas.

Seguir el camino con la riqueza del aporte de esta red de relaciones valiosas, y con la alegría de las conversaciones significativas que continúan de otras maneras en los nuevos encuentros que construimos, en las conexiones con las que nos comprometemos y responsabilizamos; y, que contribuyen para continuar creando la vida buena que todos merecemos. El diálogo en estos contextos, al generar la construcción conjunta de significados y la pragmática social necesaria para transformar las condiciones sociales y los contextos relacionales, es en sí mismo, como proceso dialógico, un proceso transformador, que nos permita coconstruir una vida que merezca ser vivida con alegría. Para recomenzar permanentemente la construcción conjunta de otras maneras nuevas y complejas de ser con los demás en este mundo humano compartido.

Reflexionar es crear otra manera de reflexionar. Como persona libre afirmo con responsabilidad las preguntas: ¿Qué vamos a hacer de significativo? ¿Qué necesitamos hacer de distinto? ¿Cómo vivir el respeto y la curiosidad? ¿Cómo vivir la complejidad y la incertidumbre? ¿Qué futuro queremos construir? ¿Podemos y queremos producir lo que somos, como algo creativo, como futuro, intentando conjuntamente descubrir las posibilidades relacionales? Con palabras nuevas, preguntas liberadoras y diálogos transformadores es posible un nuevo futuro para el ser con los demás, para ser otros sueños posibles; reflexiones rizomáticas, escrituras honestas; generando relaciones intensas, entretejiendo múltiples conexiones significativas, momentos poéticos.

En esta sumatoria de múltiples voces que se disuelven en el aire, encuentro las aperturas que me dicen que las posibilidades son infinitas. La alegría es posible, esa forma extraña de incertidumbre. En la complejidad y en la incertidumbre de la condición humana viven todas las preguntas. Es una pregunta encendida. Creando “una lengua al norte del futuro.

Hoy, que es mañana, les doy la bienvenida a esta conversación inteligente e infinita”.

(DTF, 2017)

Noctámbulos, 1942, de Edward Hopper.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

Anderson, H. (1999). Conversación, lenguaje y posibilidades.  Un enfoque posmoderno de la terapia. Buenos Aires, Argentina, Editorial Amorrortu.

Deleuze, G. y Guattari, F. (1997). ¿Qué es la filosofía? Barcelona, España: Editorial Anagrama.

Eliot, T. (1995). Poesías Reunidas 1909/1962.Madrid, España: Editorial Alianza Tres.

Fried Schnitman, D. (Ed.) (2017), Diálogos para la transformación: desarrollo de proyectos e investigación generativa orientados a la construcción de futuros en Iberoamérica – Volumen 3. Ohio, USA: Ed. A Taos Institute Publication. WorlShare Books.

Fried Schnitman, D. Perspectiva generativa en terapia: de momentos generativos a una pragmática reflexiva, de Dora Fried Schnitman (mayo 14, 2022):

https://iryse.org/perspectiva-generativa-en-terapia-de-momentos-generativos-a-una-pragmatica-reflexiva-de-dora-fried-schnitman/

Gergen, K (2016).  El Ser relacional. Más allá del Yo y la Comunidad. Bilbao, España: Editorial Desclée de Brouwer, S.A.

Gergen, K (2014). From Mirroring to World-Making: Research as Future Forming, Recuperado de: https://taoslearning.ning.com/groups2/global-relational-research-network/virtual-symposium-2018

IRYSE (2018) Blog del Instituto Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE): https://iryse.org/

Mc Namee, S (2016). Resources for Facilitating Differing Worldviews, Taos Institute December 2016. Recuperado de: http://www.taosinstitute.net/Websites/taos/files/Content/5868649/Resources_for_Facilitating_Multiple_Worldviews_(McNamee).pdf

McNamee, S. (2013). La poesía social de la investigación comprometida con la relación.  La investigación como conversación.  En Deissler, K. & McNamee, S.  (Ed) Filo y Sofía en diálogo: la poesía social de la conversación terapéutica (pp. 102-109). Ohio, USA: Ed. Taos Institute Publication.

Shakespeare, W. (2003). Hamlet. Madrid, España. Editorial Santillana.

Shotter, J. (2001). Realidades conversacionales: la construcción de la vida a través del lenguaje.  Buenos Aires, Argentina. Editorial Amorrortu.

Tapia Figueroa, Diego, Tesis (2018) para el Ph.D. con la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y el TAOS INSTITUTE de EEUU.

7º DIPLOMADO EN PERSPECTIVA Y PRÁCTICA PROFESIONAL DIALÓGICO GENERATIVA 2022-2023. Certificación Internacional Universitario

http://www.fundacioninterfas.org/capacitacion/?p=4427