Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)
Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, M.A.
“Toda conversación que se abre a nuevos espacios de significación estimula indefectiblemente la imaginación. Pero lo imaginario aún tiene otra dimensión: no se trata de resolver lo que es estable, sino también de generar un discurso de los sueños, un discurso que crea la imagen de un porvenir, de un futuro lleno de esperanza, estimulante y cautivador”.
Kenneth Gergen, (2011 p.181)
“Vivimos, organizamos y damos sentido a nuestra vida a través de narrativas construidas socialmente. Nuestras historias no se forman aisladas, sino que son relacionales. Los significados e interpretaciones que adscribimos a los acontecimientos y experiencias de nuestras vidas -incluida nuestra propia identidad personal- son creados, experimentados y compartidos por individuos que se hallan en relación y diálogo entre sí (Anderson, 2013, p. 61)”.
Harlene Anderson, (1999, p. 77 y p. 114)
“La investigación tiene también la potencialidad de invitar al diálogo transformativo, si se le concibe como parte de la poesía social (…). Por tanto, la investigación es también ella misma una forma de conversación, lo que es lo mismo otra forma de diálogo y con ella -al igual que en toda actividad comprometida con la relación- se describen nuestros mundos. Uno puede representarse el mundo solo en el lenguaje, es decir, en aquello que hacemos en conjunto. Concebir la investigación como actividad poética, significa enfocar la tensión en la investigación como diálogo, es decir, como conversación que responde a relaciones y situaciones específicas, y puede por consiguiente ampliar el espectro de posibilidades e ideas para otras formas de vida social”.
Sheila McNamee, (2013, p. 108)
” En tal sentido, resulta decisivo que este tipo de uso del lenguaje no nos lleve a concentrarnos en las regularidades sino en las novedades. En otras palabras: se trata de concentrarnos en las posibilidades nuevas, inadvertidas, a fin de continuar-posibilidades que sean alcanzables para nosotros en nuestras circunstancias sociales presentes…”.
John Shotter, (2013, p. 89).
Nos basamos para esta serie, en esta tesis, de la que extraemos -adaptándolas- las propuestas e invitaciones a una postura relacional distinta para la construcción del proceso de diálogo terapéutico transformador.
¿Cómo el construccionismo social y las prácticas colaborativas y dialógicas son útiles para la co-construcción relacional de un espacio de formación y supervisión terapéuticas? Tapia Figueroa, Diego, Tesis (2018) para el Ph.D. con la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y el TAOS INSTITUTE de Estados Unidos.
Para procesos de investigación relacional:
La premisa de que el diálogo es generativo (que la transformación ocurre en el diálogo y a través de él) es el fundamento de esta práctica y de las acciones con los coinvestigadores.
Las preguntas planteadas buscan iniciar un proceso de diálogo colaborativo y generativo, que permitirá ampliar las redes de relaciones y comenzar a superar el desconocimiento conceptual y práctico, desplegando y ampliando alternativas creativas.
Este es recorrido buscando posibilidades que puedan apoyar a promover nuevas formas de relacionamiento entre las personas y, al mismo tiempo, facilitar la comprensión de lo que el construccionismo social y las prácticas colaborativas y dialógicas propone a quienes trabajan en temas sociales. En el transcurrir del proceso, se puede constatar que, lo importante, son las preguntas que surgen, la curiosidad permanente y la predisposición creativa para abrir y expandir posibilidades y nuevas realidades (más que constatar la rigidez relacional, la ceguera positivista y el dogmatismo ideológico de quienes tienen el poder y los privilegios y hacen un uso jerárquico modernista en los espacios de trabajo).
Sostiene Kenneth Gergen (2016): “En aspectos importantes “el yo individual” no es un estado de la naturaleza sino del lenguaje”. (p. 70)
El objetivo de estos procesos de investigación relacional es generar diálogos que tengan la potencialidad de hacer diferencias, aunque sean pequeñas; en el trabajo con niños, niñas y adolescentes, con familias y comunidades en situación de vulnerabilidad social.
La investigación es para conectarse, “para abrazar la complejidad” como lo propone Sheila McNamee (en la Red de Investigación Relacional del Taos Institute, on line, 15 de marzo, 2016). El método de investigación (la investigación relacional dialógica) se convierte en un recurso que contribuye a que las personas puedan involucrarse, participar, reflexionar, comprometerse y actuar en las direcciones que co-crean juntos. Investigar será un proceso en el que vamos generando las condiciones para relacionarnos con lo nuevo, lo distinto.
Como nos lo explica Jan Defehr (2008), en su tesis:
El método, en la práctica de la terapia colaborativa, siempre está “en camino”, siempre es un “estreno”, siempre es utilizado por “primera vez” que surge de una situación dialógica histórica particular (p. xvi).
El método de investigación orientado desde el construccionismo social nos permite, justamente, la apertura a la polifonía de las voces participantes y la diversidad de posturas existente y no se construye previamente, ni a partir del otro, sino que como sostiene Harlene Anderson (2016) es una construcción que hacemos con el otro, en conversación.
Según Kenneth Gergen (2011), la investigación construccionista social se ocupa principalmente de abordar los procesos mediante los cuales las personas llegan a describir, explicar, o, de alguna forma, dar cuenta del mundo (incluyéndose a sí mismos) en el que viven. Según Gergen (2011, p. 16): “Si, tal como propongo, el sentido nace del proceso relacional, es preciso concluir entonces que el concepto de mente individual resulta esencialmente de la relación”.
El método utilizado en esta investigación no tuvo parámetros previamente fijados, hipótesis planteadas con anterioridad, herramientas o técnicas planificadas y elegidas de un menú de posibilidades; porque fue una investigación con la participación activa de los actores de los contextos locales, traídos al espacio de formación, a partir de la experiencia y opinión de los participantes, que visibilizaban su cultura específica. Enfocamos la investigación, como parte de un proceso de formación distinta, con el compromiso de contribuir, de manera creativa, en la construcción de un futuro, con un criterio de responsabilidad relacional, interesados en los resultados sociales. Por ello, el método implicó concebir la investigación como una forma de acción social encaminada a la transformación social que las familias y comunidades necesitaban según los testimonios de los coinvestigadores.
Kenneth Gergen (snp, 2014), en este segmento del artículo From Mirroring to World-Making: Research as Future Forming, nos propone un camino posible y nuevo:
Pero, podrán preguntarse, y si suspendiéramos la metáfora del espejo y su invitación para estudiar aquello que nos captura la mirada? Hablando metafóricamente, ¿y si cerráramos nuestros ojos y comenzáramos a imaginar aquellos mundos de nuestras esperanzas? ¿Qué pasaría si reemplazáramos nuestra prisa constante para “establecer el caso” y comenzáramos a preguntar, “qué tipo de mundo podemos construir”? Esto ubicaría los valores del investigador al inicio de todas sus actividades. En vez de ser una fuerza latente en su opción de terminología o metodología, y en la esperanza vana de que una audiencia ausente de una manera u otra podrá hacer uso del trabajo de uno, ¿qué si estas visiones llenas de propósitos y pasiones alimentaran nuestro inicio de indagación? Al elegir ofrecer una visión enfocada en lo posible, el reto de la investigación sería no iluminar lo que es, sino crear lo que ha de ser. He aquí la esencia de una investigación orientada en formar futuros.
La definición poética, transformadora y con un sentido generativo del tipo de investigación relacional contenida en la invitación de Gergen, nos interpela acerca de la necesidad de dialogar, mirar, pensar, actuar y decidir de maneras innovadoras y creativas los procesos y los contextos que nos importan investigar; para hacernos preguntas éticas y políticas sobre el mundo que podemos y queremos construir, sobre los futuros que necesitamos diseñar conjuntamente.
Porque de lo que se trata es de incorporar el ser relacional en todos los contextos, invitando a un diálogo colaborativo y generativo. Buscando constantemente y con pasión abrir posibilidades y abrir sensibilidades. Gergen, nos invita a preguntarnos continuamente: ¿qué es lo que importa; qué es lo valioso? Desde un pragmatismo reflexivo, interrogarnos: ¿Qué es lo que queremos crear y que importe a los demás, que tenga valor para los otros?
Gergen, explica que lo importante de la perspectiva relacional está en crear y elaborar un espacio de entendimiento, en el que lo importante está en el proceso de la relación. Porque lo que alguien dice tendrá valor y sentido cuando el otro lo reciba y haga algo diferente con ello. Porque, donde radica el valor es en el bienestar del proceso. Hacer investigación relacional para construir futuro; futuros que nos importan realmente.
El método que nos guiaba en el hacer es lo que iba ocurriendo entre los coinvestigadores, no lo que dicta algún manual, protocolo, herramienta, técnica, la institución o la teoría. Es una práctica altamente democrática, horizontal, no discriminatoria -todas las voces tienen un lugar, su lugar- y es un proceso investigativo, colaborativo, generativo porque se va construyendo sin unos dictámenes predeterminados y sin una práctica o una teoría ideales. Esta perspectiva no se contradice con la pregunta: ¿Cómo traer nuestros recursos a este diálogo que tiene un propósito transformador?, porque la posición desde la que elegimos relacionarnos, está comprometida con contribuir a cuidar la dignidad y la integridad en todas estas relaciones.
La investigación fue una práctica reflexiva en la que investigar es preguntar para ampliar, procesar y entender lo que se va haciendo juntos. Para aprender de lo que hacemos y de lo que podríamos hacer distinto. Lo que nos interesaba en el proceso y nos interesa hoy es el conocimiento práctico, que sirva y sea útil para todos los participantes en su específico contexto de cultura local.
La investigación buscó que las personas del equipo se sientan partícipes activos del proceso propuesto y que este espacio conversacional sea su lugar. Que desarrollen un sentido de pertenencia para poder pensar su presente de forma distinta y proyectarse al futuro, de la manera en que podamos generar bienestar para todos.
Como nos explica Celiane Camargo-Borges (2014, p.347):
La epistemología dialógica del construccionismo social se interesa por la creación de prácticas conversacionales que puedan construir caminos posibles para que las personas sigan juntas. Se interesa por la utilización de un discurso no persuasivo, sino uno que pueda ser compartido, para que no se cierren las conversaciones, sino que se abran nuevas posibilidades inclusivas para estas conversaciones.
Es elegir un lugar distinto para la creación de lo distinto, una posición dialógica capaz de generar acciones-prácticas conversacionales en la construcción de nuevos caminos orientados a la creación conjunta del bienestar con los demás y a decidir, responsablemente, el seguir con los otros, conectados y en relación. Seguir juntos, en un discurso respetuoso con la alteridad, la diversidad y la multiplicidad, la polisemia; un discurso que se compromete con el otro como forma de compartir lo significativo, desde una curiosidad y apertura que inicie conversaciones en lugar de restringirlas, que incluya todas las voces en nuevas conversaciones transformadoras.
Ha sido el equipo -constituido por la investigación como una comunidad de aprendizaje colaborativo/generativo- el que llevó el proceso a un nivel distinto al que comenzaron. Donde no podrían haber llegado de forma individual (niveles poéticos). Comprendiendo que, desde sus contextos y con una actitud curiosa; coordinando las diversidades y multiplicidades; movilizando recursos con una actitud innovadora, flexible y con perspectiva, se producían los cambios.
En palabras de Marcelo Pakman (2011, pp. 37-38), psicoterapeuta argentino:
Afirmar la poética como elemento central -del encuentro- de la psicoterapia es un intento de hacer figurar en el lenguaje la dimensión de la experiencia humana como mundo del sentido que por definición se encuentra en el límite del habla como proceso de significación… Lo poético indica en su presencia la necesidad de hacer efectiva y eficaz una dimensión singular de lo humano más allá de las determinaciones políticas que lo anulan o marginan, para que no sea otra formulación abstracta… es una aventura ética y política, que nace como espacios de indeterminación que exceden a los individuos y se despliega en lo sociocultural con la contundencia esperanzada y temible de un evento o la vacilación de una utopía improbable.
Los dos ámbitos que se trabajaron en esta investigación fueron:
1. El de la formación a equipos técnicos: reconociendo sus capacidades, experiencia, conocimientos, pero sobre todo, valorando su palabra y su sentir frente a situaciones que los movilizan. Esto contrasta con lo que proponen los procesos formativos tradicionales, y la psicología tradicional, que, por lo general, ubican al capacitador o formador (o al técnico -ya sea psicólogo, facilitador o trabajador social-) en un lugar distinto, separado y jerárquicamente superior que los participantes de los procesos formativos o las familias con las que este “interviene”. La intervención generalmente implica una mirada asistencialista centrada en quien interviene y no en quienes precisan de apoyo o valoración para superar sus problemáticas cotidianas.
2. La supervisión clínica: que no se proponía como una forma de enseñar a hacer, a partir de la socialización o imposición de técnicas, sino que se centraba en escuchar las resonancias que los temas y problemáticas con las que los profesionales trabajaban, generaban en ellos. En otros contextos, probablemente la supervisión sea algo común o necesario y surja de la propia necesidad de los profesionales que hacen procesos de acompañamiento a familias en situaciones de extrema vulnerabilidad, sin embargo, en el caso del Ecuador, esto no es una práctica común y el espacio articulado y propuesto como un proceso de investigación colaborativa, fue innovador.
Estas consideraciones, y la misma forma de investigar desde el socioconstruccionismo, hicieron que el proceso de investigación se planteara preguntas más que objetivos, alternativas más que hipótesis y procesos más que técnicas y herramientas. La investigación, llevada con el protagonismo horizontal tanto del investigador como de los coinvestigadores, se fue desarrollando y transformando en el tiempo, a partir de los testimonios, propuestas, silencios, materiales, historias y aportes de los participantes.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
Anderson, H. (1999). Conversación, lenguaje y posibilidades. Un enfoque posmoderno de la terapia. Buenos Aires, Argentina Editorial Amorrortu.
Camargo-Borges, C. (2014). Em busca de uma formacao integral e ampliada: construindo práticas colaborativas para o cuidado em saúde. En Construccionismo social: discurso. Prática e producao do conohecimento, Carla Guanaes-Lorenzi, Moscheta, Corradi-Webster, Vilela e Souza (organizadores) (pp.341 – 357). Rio de Janeiro, Brasil: Ed. Instituto NOOS.
DeFehr, J. (2009). Investigación de Acción Dialógica: El Fenómeno de Agencia Democrática y Transformativa de la Habilidad de Respuesta (Artículo inédito). Universidad de Winnipeg, USA.
Gergen, K (1996). Realidades y relaciones. Aproximaciones a la construcción social. Barcelona, España. Editorial Paidós.
Gergen, J. (2011). Construir la realidad. El futuro de la psicoterapia. Barcelona, España: Editorial Paidós.
Gergen, K. y Gergen, M. (2011). Reflexiones sobre la construcción social. Barcelona, España: Editorial Paidós.
Gergen, K (2014). From Mirroring to World-Making: Research as Future Forming, Recuperado de: https://taoslearning.ning.com/groups2/global-relational-research-network/virtual-symposium-2018
Gergen, K (2016). El Ser relacional. Más allá del Yo y la Comunidad. Bilbao, España: Editorial Desclée de Brouwer, S.A.
IRYSE (2018) Blog del Instituto Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE): https://iryse.org/
McNamee, S. (2013). La poesía social de la investigación comprometida con la relación. La investigación como conversación. En Deissler, K. & McNamee, S. (Ed) Filo y Sofía en diálogo: la poesía social de la conversación terapéutica (pp. 102-109). Ohio, USA: Ed. Taos Institute Publication.
Packman, M. (2011). Palabras que permanecen, palabras por venir. Micropolítica y poética en psicoterapia. Barcelona, España, Editorial Gedisa.
Shotter, J. (2013). Wittgenstein y las raíces de la poesía social en las reacciones corporales espontáneas: el campo. En Deissler, K. & McNamee, S. (Ed) Filo y Sofía en diálogo: la poesía social de la conversación terapéutica. (pp. 84-90) Ohio, USA: Ed. A Taos Insitute Publication.
Tapia Figueroa, Diego, Tesis (2018) para el Ph.D. con la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y el TAOS INSTITUTE de EEUU.
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