(enero, 2021)
Cada 15 días propondremos breves frases de 1 o 5 autores significativos -a veces, distintos- que, sean disparadores de sentido, para nuestros diálogos reflexivos.
I. Franz Kafka
“Creo que deberíamos leer sólo el tipo de libros que nos lastimen y apuñalen. Si el libro que estamos leyendo no nos despierta de un golpe en la cabeza, ¿para qué lo estamos leyendo? ¿Para que nos haga felices, como dice tu carta? Dios mío, seríamos felices precisamente si no tuviéramos libros, y el tipo de libros que nos hacen felices son el tipo que escribiríamos nosotros si tuviéramos que hacerlo. Pero necesitamos libros que nos afecten como un desastre, que nos duelan profundamente como la muerte de alguien que quisimos más que a nosotros mismos, como estar desterrados en los bosques más remotos, como un suicidio. Un libro debe ser el hacha que rompa el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo.”
II. Friedrich Nietzsche
“Aquel que quiera aprender a volar algún día, debe primero aprender a ponerse en pie y caminar y correr y trepar y bailar; no se puede ir volando a volar.”
III. Leonardo Sciascia
“El libro es una cosa … puedes ponerlo sobre una mesa y simplemente mirarlo, pero si lo abres y lo lees, se convierte en un mundo.”
IV. Isaac Asimov
“Soy ateo, y punto. Me tomó mucho tiempo decirlo. He sido ateo por años y años, pero de alguna manera sentía que era intelectualmente poco respetable decir que uno era ateo, porque asumía un conocimiento que no tenía. De alguna manera era mejor decir que uno era humanista o agnóstico. Finalmente decidí que soy una criatura de emoción y además de razón. Emocionalmente soy ateo. No tengo evidencia para probar que Dios no existe, pero sospecho tanto que no existe que no quiero perder mi tiempo.”
V. Jean Luc Nancy
“Realizarse” no es adquirir bienes materiales o simbólicos: es volverse real, efectivo, es existir de manera única… No es posible ser único sino entre todos. Es lo que constituye nuestra más íntima comunidad: el sentido compartido de nuestras unicidades…En la actualidad y de todas las maneras, la copertenencia, la interdependencia, la solidaridad nos interpelan…Lo propio del “individuo” para hablar como Marx, es ser incomparable, inconmensurable e inasimilable, inclusive a sí mismo. No es poseer “bienes”. Es ser una posibilidad de realización única, exclusiva y cuya unicidad exclusiva, por definición, no se realiza sino entre todos, y con todos; contra todos o a pesar de todo, igualmente pero siempre en la relación y el intercambio (la comunicación). Se trata aquí de un “valor” que no es ni el del equivalente tradicional (el dinero), ni por tanto tampoco el de una “plusvalía” arrebatada, sino de un valor que no se mide de ninguna manera.”
Descubre más desde Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.