(abril, 2021)
Cada 15 días propondremos breves frases de 5 autores significativos -distintos- que, sean disparadores de sentido, para nuestros diálogos reflexivos.
I. Rosa Luxemburgo
“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.
II. María Mercè Marçal
“Con hilos de olvido / la aguja enhebra […] cose la memoria / la zurcidora ciega”.
III. Marguerite Yourcenar
“Lo mejor para las turbulencias del espíritu, es aprender. Es lo único que jamás se malogra. Puedes envejecer y temblar, anatómicamente hablando; puedes velar en las noches escuchando el desorden de tus venas, puede que te falte tu único amor y puedes perder tu dinero por causa de un monstruo; puedes ver el mundo que te rodea, devastado por locos peligrosos, o saber que tu honor es pisoteado en las cloacas de los espíritus más viles. Solo se puede hacer una cosa en tales condiciones: aprender”.
IV. Ann Druyan
“Cuando mi esposo murió, como era tan famoso y conocido por no ser creyente, mucha gente venía a mí (aún pasa, a veces) y me preguntaba si Carl (Sagan) cambió de idea al final y se convirtió a una creencia en el más allá. También me preguntan con frecuencia si creo que lo veré de nuevo. Carl enfrentó su muerte con un coraje incansable y nunca buscó refugio en ilusiones. La tragedia era que sabíamos que no volveríamos a vernos. No espero reunirme nunca con Carl. Pero lo grandioso es que cuando estuvimos juntos, por casi veinte años, vivimos con una intensa valoración de lo breve y preciosa que es la vida. Nunca trivializamos el significado de la muerte fingiendo que no era una despedida definitiva. Cada momento particular en que estuvimos vivos y estuvimos juntos fue milagroso, pero no milagroso en el sentido de inexplicable o sobrenatural… Que el puro azar pudiera ser tan generoso y tan amable… Que pudiéramos encontrarnos el uno al otro, como escribió Carl tan bellamente en Cosmos, “en la vastedad del espacio y en la inmensidad del tiempo”… Que pudiéramos estar juntos durante veinte años. Eso es algo que me sostiene y es mucho más significativo. La forma en que me trató y yo lo traté a él, la forma en que nos cuidamos el uno al otro y a nuestra familia, mientras vivió. Eso es algo mucho más importante que la idea de que lo veré algún día. No creo que vuelva a ver nunca a Carl. Pero lo vi. Nos vimos el uno al otro. Nos encontramos el uno al otro en el cosmos, y eso fue maravilloso”.
V. Clarice Lispector
“Escribir es usar la palabra como carnada, para pescar lo que no es la palabra. Cuando esa no-palabra, la entrelínea, muerde la carnada, algo se escribió. Una vez que se pescó la entrelínea, con alivio se puede echar afuera la palabra”.
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