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SERIE: APORTES Y AUTORES SIGNIFICATIVOS EN EL CONSTRUCCIONISMO RELACIONAL-CONSTRUCCIONISMO SOCIAL

Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, M.A.

(octubre, 2020)

“La praxis da sentido a las palabras.” 

(Ludwig Wittgenstein)

John Shotter

Proponemos una selección de breves conceptos, reflexiones, ideas, propuestas de algunos de los principales exponentes de la postura, perspectiva, teoría y práctica socioconstruccionista. Para facilitar la lectura reflexiva proponemos citas concretas textuales sin especificar cada vez las fuentes, por ello proponemos al final la bibliografía de referencia para que puedan hacer sus propias búsquedas y lecturas. Es una invitación a abrir su curiosidad por estos apasionantes aportes.

Seguimos con John Shotter, Ph.D. (1937, Glasgow, Escocia, en el Reino Unido. Whittlesford-Inglaterra, 8 de diciembre de 2016).  En 15 días, otro autor.

El viñedo rojo, 1888, de Vincent van Gogh,
  • Las palabras son como manos con las que tocamos el rostro de las personas.  Y, a la vez, puedes ver a las personas ser tocadas por sus propias palabras.
  • Lo importante es el diálogo; particularmente el diálogo con el otro, el diálogo con lo diverso; la responsividad en el diálogo, este sentir con el otro, elegir estar espontáneamente involucrado. Conscientes de la propia corporalidad, en el compromiso ético de responder humanamente con el otro, en el moverse en la complejidad y la incertidumbre. Es gracias a la acción conjunta que creamos nuevos significados.
  • Buscamos, nuevas maneras de ser con nosotros y con los demás, nuevas formas, genuinas y auténticas, de ser en la relación con el otro.  Buscamos la creación de diálogos comprometidos con la construcción conjunta de otras posibilidades de relaciones sociales.
  • Es precisamente en los momentos que se dan durante los encuentros con los demás que los sentimientos compartidos tienen lugar.
  • ¿Cómo puede darse una colaboración inconfundible entre las personas –esto es, un tipo de colaboración en la que todos los participantes involucrados renuevan de manera continua el terreno común que comparten entre ellos?
  • Una vez que aceptamos el papel transcendental de nuestras respuestas corporales espontáneas en el entendimiento de nuestras expresiones, es cuando vislumbramos otra explicación.
  • Debemos entender nuestras mayores habilidades conscientes como construcciones sociales, como logros que sólo podemos alcanzar con la ayuda de los demás; logros que debemos conquistar para alcanzarlos una y otra vez -es más, “otra primera vez” – en cada nueva y particular situación en la que nos encontremos.
  • Más que buscar hacia dentro y hacia atrás en el pasado (con el propósito de entender las causas) si lo que queremos es entender su funcionamiento, deberíamos mirar hacia afuera y hacia adelante, hacia cómo podemos crear entre nosotros, de manera sensible, en nuestros actos espontáneos y no deliberados, formas de “andar” juntos dentro de nuestras muy individuales formas de actuar, intelectual y deliberadamente, y cómo pueden ser entendidos por los demás a nuestro alrededor.
  • ¿Cómo podemos ser cambiados? Nuestro existir debería ser cambiado en esencia, y eso sólo puede lograrse al ser “movidos” por el otro o por las otredades, en maneras que uno no es capaz de moverse por sí mismo.
  • La principal función del lenguaje no es representar las cosas en el mundo, ni dar expresión ‘externa’ a pensamientos ‘internos’ ya estructurados, su función es la creación y el sostenimiento de órdenes sociales. Lo que importa no es cómo ‘yo’ puedo usar el lenguaje, sino la manera en que debo tomarte a ‘ti’ en cuenta en mi uso del lenguaje.
  • Cada uso del lenguaje está sujeto a los distintos “tú” a los que va dirigido.
  • ¿Qué es lo que nos mueve a hablar de ciertas formas y no de otras? Nuestras formas de hablar tienen sus raíces en una esfera de actividad aparentemente desordenada, difusa y ambigua: la acción conjunta.
  • El ser humano y su mundo no son entidades separadas vinculadas por una relación mecánica. En tanto que ser vivo, el individuo reacciona a lo que le rodea; en tanto que ser social permanece en intercambio con otros.
Paisaje con pareja caminando y luna creciente, 1890, de Vincent van Gogh.
  • Las relaciones entre individuos y de ellos con su entorno tienen entonces una cualidad espontánea, expresiva y creativa.  Si aceptamos que somos seres responsivos se hace difícil trazar una separación tajante entre el ámbito interpersonal y el ámbito persona- mundo.
  • Toda expresión tiene como fondo un conjunto de circunstancias compartidas, que condicionan qué podemos decir de la realidad o de nosotros mismos. Si un individuo quiere hacer sentido, ser tomado en cuenta como tal, sus expresiones deben partir de aquello que ya es compartido.
  • Sin embargo, un mundo de significado nunca está completo, solo ha sido parcialmente dibujado. Las expresiones de los individuos también pueden moldear, dar una forma distinta al entorno y a las relaciones sociales.
  • …no podemos lograr un buen tipo de entendimiento de nuestras “obras” cotidianas si lo buscamos recurriendo solo a los métodos científicos tradicionales, es decir, usando solamente métodos basados en el uso de las teorías y/o los métodos basados en las teorías. Las razones que di hace muchos años, fueron que a pesar de que la psicología moderna prometió descubrir nuestra verdadera naturaleza en sus laboratorios experimentales, de hecho, es solo investigada ahí, continua sucediendo cuando la gente está ahí, tratados como si fueran ratas, máquinas, procesadores de información, o cualquier otra entidad no-humana ahí, en el mundo que nos rodea, mientras que el hecho de ser responsables de la creación y el mantenimiento de nuestra naturaleza humana – como personas dentro de una cultura con una larga historia de desarrollo – fue, y aun es, frecuentemente ignorada…
  • Es como la respuesta del historiador oral británico Ronald Frazier a la pregunta de su analista, ¿“Qué esperas exactamente?” Frazier respondió, “Encontrar, recrear un pasado con una cierta certeza de que puedo ponerlo detrás de mí y continuar con mi vida” …Él podía dar forma y formar su vida mientras que permanecía enraizado a su cultura.
  • Atender a las prácticas implica mostrar el carácter productivo de los supuestos epistemológicos y teóricos: “en la aproximación que aquí se delinea nuestros supuestos objetos de estudio nos preocupan menos que el origen de nuestros mecanismos y prácticas de indagación… nos interesan los medios y los procedimientos que usamos para ‘construir socialmente’ el tema central de nuestras investigaciones…”.
La siesta, 1853-1890, de Vincent van Gogh.
  • …un nuevo pensar puede originarse dentro de un grupo con estas posibilidades sentidas e imaginarias, es decir, dando cuerpo espontáneamente a formas de cosas previamente desconocidas para nosotros, algo bastante imposible si empezamos con certidumbres cognoscitivas. Ya que tales certidumbres sólo llevarán a más elaboraciones de las cosas ya conocidas; nunca podrán abrirse a novedades únicas.
  • Superando la ansiedad cartesiana: Aprender a pensar parcialmente mientras se está todavía en el medio de la incertidumbre… sentir el camino a seguir en tiempo presente… una actitud presente en los escritos poéticos o alusivos… la capacidad negativa de Keats.
  • …la ‘falacia del psicólogo’: Con demasiada frecuencia nos olvidamos que aprendemos nuestro lenguaje dentro de todo tipo de intra-actividades continuas, actividades en las cuales estamos involucrados con aquellos a nuestro alrededor cuando hacemos algo. Todas nuestras actividades dentro de una determinada cultura son actividades entrelazadas en el lenguaje, actividades entrelazadas en la práctica. En consecuencia, necesitamos recordar – si vamos a participar en charlas abstractas, decontextualizadas, en el aire – que nuestras conversaciones también necesitan ser conversaciones entrelazadas en la práctica. Tenemos que tener en cuenta una actividad particular en un contexto particular mientras hablamos, y dirigir nuestra conversación a nuestros oyentes como si éstos también estuvieran ocupando este mismo contexto; ya que cuando hablamos con alguien, estamos, desde luego, suponiendo que éste está interesado en lo que tenemos para decir. Esto es lo que está implicado cuando hablamos y pensamos sistémicamente, es decir pensar y hablar-con. Para contrastarlo con el hablar en el aire, podríamos denominarlo hablar y pensar en-la-tierra.
  • Esta necesidad de contextualizar – de dar habitación local a las palabras que usamos, particularmente a aquellas que usamos para nombrar las ‘cosas’ – da lugar a una consecuencia quizá sorprendente. Significa que hay dos tipos de dificultades que podemos enfrentar en la vida, no sólo una. De hecho, tal como Wittgenstein nos ha aclarado, muchas de nuestras dificultades en nuestras vidas prácticas no son del tipo de problemas que podemos resolver, mediante la aplicación de una metodología de tipo científico, con la razón; tampoco son “problemas empíricos” que podemos resolver descubriendo algo pre-existente pero aún desconocido. Son dificultades de otro tipo: son dificultades relacionales u orientacionales, que tienen que ver con el descubrir cómo ‘salir’ hacia los aspectos inicialmente indeterminados de nuestro entorno con ciertas expectativas y anticipaciones siempre en ristre, por así decirlo, apropiadas para buscar una manera de ‘desplazarnos’ o de ‘seguir adelante’ con ellas sin descaminarnos tomando próximos pasos inapropiados. Las anticipaciones relevantes, tienen que ver con el sentir a dónde podríamos ir dentro de nuestras circunstancias antes de realmente ir allí.
La noche estrellada, 1889, de Vincent van Gogh.
  • Por lo tanto, en vez de apuntar a resultados fidedignos y repetibles que pueden hacerse accesibles de manera publicable, para que puedan ser criticados y testeados públicamente, y luego generalizados para ser aplicados en muchos contextos diferentes, las investigaciones profesionales tienen un propósito bastante diferente. Se basan y se orientan en lo práctico. Se ocupan de conseguir un sentido de ‘dónde estamos’ en relación a nuestro entorno inmediato, y del campo o ‘panorama’ circundante de reales posibilidades abierto para nosotros para nuestros próximos pasos. Por lo tanto, a diferencia de la naturaleza idealizada y de-contextualizada de la investigación ‘fríamente racional’, la investigación profesional se ocupa de los detalles de nuestro entorno que son cruciales para el desempeño de nuestras acciones. Como observa Wittgenstein, actuar en un entorno idealizado es como intentar caminar sobre hielo “en donde falta la fricción y así las condiciones son en cierto sentido ideales, pero también por eso mismo no podemos avanzar. Queremos avanzar; por ello necesitamos la fricción. ¡Vuelta a terreno áspero!”. Entonces en vez de resultar en ‘cosas’ nombrables y objetivas en el mundo, los resultados de las investigaciones situadas en lo práctico se registran, y se acumulan, en nuestras capacidades y sensibilidades encarnadas.
  • Los cambios innovadores genuinos en las instituciones y organizaciones son cambios ‘profundos’ en el sentido de que son cambios en nuestras ‘maneras’ de pensar, escuchar, de ‘hacer conexiones’ entre acontecimientos, ‘maneras’ de hablar, etc. – en síntesis, son cambios en nuestras ‘maneras’ de ser alguien, cambios en el tipo de persona que somos, cambios en nuestra identidad.
  • Sugiero que lean los siguientes enunciados de manera pausada, haciendo uso de un estilo ‘poético’ de habla interno, tomándose el tiempo al final de cada uno para imaginar una situación concreta específica:
  • ƒ Entramos en una nueva situación;
  • ƒ Estamos confundidos, perplejos, no sabemos el camino;
  • ƒ Sin embargo, mientras lo ‘habitamos’, mientras ’nos desplazamos’ dentro de la confusión, un ‘algo’, un ‘ello’ comienza a surgir;
  • ƒ Surge dentro de los ‘contornos de tiempo’ o las ‘formas de tiempo’ que se vuelven aparentes en las relaciones dinámicas que podemos sentir entre nuestras actividades salientes y sus resultados entrantes;
  • ƒ Nos llega una imagen, encontramos que podemos expresar ese ‘algo’ en términos de una imagen;
  • ƒ Pero no tan rápido, ya que podemos encontrar otra, y otra imagen más, y otra más – Wittgenstein usa una ciudad, una caja de herramientas, los controles en la cabina de una locomotora, todas éstas como metáforas para diferentes aspectos de nuestras experiencias con el uso del lenguaje…
  • Habiendo pasado por una serie de imágenes, podemos llegar a un sentido del panorama de posibilidades que las ocasiona. Conseguimos un sentido de familiaridad con dichos panoramas, así pudiendo sentirnos seguros de cómo desplazarnos dentro de ellos, y de cómo ser capaces de resolver las maneras de continuar dentro de ellos. Por lo tanto, el proceso de resolver no es simplemente un asunto de cálculo o de toma de decisiones. Involucra juicios; el desplazarse dentro del panorama de posibilidades; el estar espontáneamente receptivos a la consecuencia de cada movida; y juzgar cuál de ellas (o una combinación de movidas) mejor ocasiona una actitud, una orientación que brinda una manera de relacionarse con la situación que resuelve la tensión inicial que despierta la confusión inicial – ya que, para repetir, estamos operando aquí, no en la esfera de realidades sino la de posibilidades.
Terraza de café por la noche, 1888, de Vincent van Gogh.
  • Y nosotros, como investigadores, como se dijo anteriormente, cambiamos en dichos encuentros. Ya que, al estar involucrados, inmersos en la ‘vida interior’ de los otros y de lo otro en nuestro entorno, todo lo que hacemos puede ser parcialmente formado al ser receptivos a lo que podrían hacer. Por lo tanto, en vez de un conocimiento objetivo de su naturaleza, conseguimos una orientación hacía ellos, captamos cómo ‘seguir’ con ellos en términos de las posibles maneras que nos pueden responder.
  • Nuestras exploraciones e investigaciones vivas de nuestro ‘funcionamiento interno’, de nuestros ‘movimientos internos’ de sentimientos pensativos y pensamientos sentidos a los cuales tenemos que someternos en nuestras investigaciones basadas en la práctica, pueden ser pensadas como lo equivalente, en la esfera de los encuentros humanos, a las menos extensas (pero tal vez aún más enfocadas) ‘auto-disciplinas’ a las cuales los jugadores de tenis hábiles se someten (tanto fuera de la cancha como en la cancha), que los permiten ser prestos, listos para encontrar una respuesta apropiada o relevante, a lo que esté ‘servido’ por un oponente en los partidos que juegan.
  • En otras palabras, estamos apuntando a la fronesis, un modo de razonamiento ético conducido desde adentro de una práctica en la cual la deliberación, la reflexión, y el juicio todos juegan un papel central…El pensamiento sistémico no apunta por lo tanto a ningún punto final específico, o ninguna forma finalizada del conocimiento, sino a nuestro aprendizaje de cómo conducir dichos experimentos en-el-momento en una determinada práctica según lo requerido.

Mi objetivo global tiene que ver con cómo nos convertimos en un cierto tipo de persona, alguien que se siente, por así decirlo, más ‘en casa’ en los asuntos humanos, alguien que sabe cómo ‘desplazarse’ dentro de éstos, de manera que en cada momento pueda resolver cómo ‘continuar’ dentro de éstos para que todos los involucrados puedan ‘ver’ qué ‘es lo mejor’, dado los recursos disponibles para ellos en ese momento. Y lo que hace que este tipo de aprendizaje sea un aprendizaje colaborativo – aunque es como individuos que podemos desarrollar una perspicacia presta – es que sólo puede conseguirse dentro de nuestras relaciones con aquellos a nuestro alrededor, no lo podemos hacer solos, separado de ellos.

Noche estrellada sobre el Ródano, 1888, de Vincent van Gogh.
  • “Una de las fuentes principales de nuestra falta de comprensión,” apunta Wittgenstein, “es que no pasamos por alto los usos de nuestras palabras. A nuestra gramática le falta la propiedad de la visión sinóptica. La visión sinóptica es el medio para la comprensión, que justamente consiste en que podamos ver los nexos”. Si hemos de hallar nuestro camino dentro de nuestras propias formas de vida construidas mediante el lenguaje, sin confundirnos, tenemos que – por así decirlo – captar el paisaje de sus nexos internos o su geografía gramatical. Pero, en primer lugar, a fin de alcanzar tal sentido sinóptico en su enorme complejidad, y en segundo lugar, mantenernos lejos de los muchos intentos de ver algo mucho más simple que lo que realmente es, tenemos que investigar su geografía interna de muy cerca y de forma interminable.
  • Con el propósito de comprender tanto el modo de funcionar de las formas del lenguaje poético en nuestras vidas, así como la esfera del comportamiento espontáneo, irracional e impulsivo que yace en su esencia, tenemos que recurrir a los métodos poéticos de Wittgenstein. Sus métodos no operan en los límites de conceptos o teorías, elaborados por expertos en aulas de seminarios o laboratorios de investigación, sino en los límites de determinados usos – muy útiles en la práctica, pero poéticos – de palabras muy cotidianas en relación con los puntos críticos en la ejecución continua de una práctica. En tal sentido, resulta decisivo que este tipo de uso del lenguaje no nos lleve a concentrarnos en las regularidades sino en las novedades. En otras palabras: se trata de concentrarnos en las posibilidades nuevas, inadvertidas, a fin de continuar – posibilidades que sean alcanzables para nosotros en nuestras circunstancias sociales presentes, pero que en determinados espacios de tiempo están presentes para nosotros sólo en momentos efímeros. Cuando nosotros a través de palabras que causan una impresión, podemos llegar al punto de advertir estas novedades, y ser impresionados por ellas de tal forma que reaccionamos corporalmente (físicamente) a ellas, entonces podemos a menudo continuar, no a resolver lo que fuera visto inicialmente como un problema, sino a partir de nuestras nuevas reacciones, seguir y desarrollar nuevos caminos socialmente comprensibles, en los cuales los viejos problemas se tornan irrelevantes.
  • Conversar de nuevas maneras es construir nuevas formas de relación social y construir nuevas formas de relación social… es construir nuevas formas de ser… para nosotros mismos…Así somos el origen y el efecto de realidades conversacionales.
  • Las características de los dilemas nacen en una cultura que produce más de un mundo ideal posible, más de un arreglo jerárquico de poder, valor e interés, los seres sociales se ven confrontados por, y tienen que lidiar con, situaciones dilemáticas como condición de su humanidad.
  • En este escuchar y responder no actuamos en respuesta a un plan interior, sino que somos sensibles “en” una situación, y hacemos lo que la situación requiere.
  • En tal sentido, resulta decisivo que este tipo de uso del lenguaje no nos lleve a concentrarnos en las regularidades sino en las novedades.  En otras palabras: se trata de concentrarnos en las posibilidades nuevas, inadvertidas, a fin de continuar-posibilidades que sean alcanzables para nosotros en nuestras circunstancias sociales presentes…
  • Es el proceso de diálogo colaborativo-generativo el que nos conecta, humaniza y transforma. John Shotter -en nuestra adaptación, IRYSE-:

El Viaje: incertidumbre, caos, complejidad

  • La conversación es un viaje, movimiento creativo (incertidumbre, caos, complejidad); significa que no podemos controlar nada. Imaginemos un barco que va a navegar en un océano con aguas turbulentas.  Parte desde un lugar, con una brújula, con la intención de alcanzar otro lugar.  En esa travesía, en corrientes cruzadas que no controla -que es imposible controlar- atraviesa un espacio y un tiempo -que tampoco controla-, dejándose llevar, acompañado por la incertidumbre, que aprenderá a habitar y, probablemente, llegará a un lugar nuevo, desconocido, impensado.  Es otro lugar. En esas turbulencias, que son caos, la brújula no sirve y solo podemos dejarnos llevar, confiando que se creará alguna posibilidad que siga dando sentido al trayecto.  Entregados al movimiento, a las sutiles vibraciones de lo que se abre.  En un desplazamiento, en un movimiento de sentido, de significados, entre la incertidumbre y lo que está en devenir, lo que no existe aún.  Como un barco que, en su navegar, va dando forma al recorrido, en el dejarse llevar por la corriente de agua, las turbulencias, su necesidad de seguridad (la brújula) y su propia imaginación que construye con creatividad el lugar -su destino- al que, en principio, quería llegar.
‘Trigal con cuervos, 1890, de Vincent van Gogh.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

Shotter, J. (2001). Realidades conversacionales: la construcción de la vida a través del lenguaje.  Buenos Aires, Argentina. Editorial Amorrortu.

International Journal of Collaborative Practices: 1(1), 2009: 29-38. 3(1), 2012: 14-27. 4(1), 2013: 1-2 1. 6(1), 2016: 1-14.

Shotter, J. (2013).  Wittgenstein y las raíces de la poesía social en las reacciones corporales espontáneas: el campo.  En Deissler, K. & McNamee, S.  (Ed) Filo y Sofía en diálogo: la poesía social de la conversación terapéutica.  (pp. 84-90) Ohio, USA: Ed. A Taos Insitute Publication.

Tapia Figueroa, Diego, Tesis (2018) para el Ph.D. con la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y el TAOS INSTITUTE.

Página del Instituto Taos que contiene libros y publicaciones de John Shotter:

https://www.taosinstitute.net/?s=John+Shotter