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Construccionismo social-relacional. Construcción conjunta, significativa y creativa de procesos de transformación en el proceso terapéutico, en la formación de profesionales y en la supervisión clínica. (15)

Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)

Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, M.A.

 “Lo que es necesario o crítico para la práctica es siempre tener en mente la importancia del respeto por la otra persona; estar abierto a sus diferencias, tener conciencia de su conocimiento local e invitarlo y usarlo.”

Harlene Anderson (2017, comunicación personal)

Jeanne Marie Lecadre en el jardín, s/f, de Claude Monet.

Nos basamos para esta serie, en esta tesis, de la que extraemos -adaptándolas- las propuestas e invitaciones a una postura relacional distinta para la construcción del proceso de diálogo terapéutico transformador.

¿Cómo el construccionismo social y las prácticas colaborativas y dialógicas son útiles para la co-construcción relacional de un espacio de formación y supervisión terapéuticas? Tapia Figueroa, Diego, Tesis (2018) para el Ph.D. con la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y el TAOS INSTITUTE de Estados Unidos

Preguntas para reflexionar sobre el proceso, en un espacio de supervisión, intervisión-covisión:

●         Identifica tres fortalezas del grupo:

●         Identifica tres fortalezas tuyas:

●         Identifica tres fortalezas del facilitador:

●         ¿Qué te llevas de este proceso, hasta aquí; qué te ha sido útil?

●         ¿Qué temas te resultaron un aporte significativo para tus reflexiones diferentes, creativas, positivas: en tu trabajo y en tu vida personal, familiar?

●         ¿Qué tal si tenemos un encuentro similar en tres años: ¿Qué crees, que sería parecido; y, ¿qué sería diferente?

●         Tus sugerencias y necesidades para próximos encuentros en este espacio

Sugerencias: ………………….

Necesidades: ………………….

Necesidades: ………………….

Retroalimentar lo que se hace en cada encuentro, es un ejercicio permanente en esta investigación relacional. Eso permite configurar conjuntamente la metodología de la investigación; respondiendo a las necesidades concretas de cada participante; siendo congruentes con lo que el realmente buscan; aquello que les resulta útil.

Algo muy valioso de estos diálogos fue que se va construyendo una cultura conversacional nueva, en la que las personas se sienten creadoras de un espacio distinto, generador de alternativas para su acción; un espacio de reflexión crítica positiva sobre los procesos de terapia y de trabajo social; y, además un lugar propio para cada uno en el cual aprender desde las fortalezas y nutrirse de los recursos de los otros participantes.

Las respuestas de los participantes son de gran riqueza y profundidad y son como un coro que despliega sus voces diferentes y, al mismo tiempo, capaces de construir una música propia.

Preguntar, significa aprender a abrirnos a escuchar lo importante. Se promueve un proceso donde las conversaciones resaltan la creatividad y la curiosidad para aprender conjuntamente, rescatando el placer de dialogar para concretar, generar alternativas y aprender con los otros.

Lirios de agua, la nube, 1903, de Claude Monet.

Ver, cada ocasión, como oportunidad para poner en juego preguntas hechas desde esta posición de “no saber”, promueve, con entusiasmo, una manera de conversar abierta a buscar otras perspectivas para comprender las acciones que los participantes desarrollan en sus contextos laborales y familiares.

Se habla con respeto de todos aquellos asuntos que los participantes (coinvestigadores) en este espacio ven o consideran como “conflictos” entre las personas y que, gracias a los diálogos distintos, empiezan a deconstruirse, a tomar significados imprevistos, a construir relacionalmente algo impensado.

La llegada de nuevos profesionales en cada encuentro quincenal, implica estos desafíos concretos:

a) ¿Cómo evitar la repetición y rutina del proceso, de lo ya trabajado, para quienes participaban regularmente sin que esto les implique cansancio y aburrimiento?

b) ¿Cómo acoger con respeto, haciéndoles sentir cómodos, seguros y confiados, a los recién llegados?

c) ¿Se podía garantizar congruencia, seriedad y compromiso con este incesante ir y venir de técnicos y profesionales itinerantes?

d) ¿Qué se necesitaba garantizar en lo teórico y práctico en cada encuentro, más allá de las “nuevas caras y nuevas voces” y de las presencias “antiguas”?

Para responder a estas dificultades reales, se promueve con empeño, escuchar las diferencias para incluirlas en el proceso conversacional. Esto es viable porque mantenemos un constante nivel reflexivo sobre lo que va sucediendo en este espacio. Cada ocasión, los participantes, como ya se describió, reciben la invitación para que propongan preguntas generadoras actuales, acordes a sus circunstancias, necesidades, contextos y realidades culturales, y sobre esos asuntos se desplegaban las conversaciones. Cada vez significa un proceso diferente, con una base de diálogo creador de alternativas y posibilidades útiles para la praxis profesional de quienes están participando.

El resultado es que tanto para los que llegan por una sola ocasión o eventualmente, como para los que asisten permanentemente, todos se van luego de cada encuentro, con la sensación y la experiencia vivencial de llevarse conocimientos, recursos y fortalezas nuevos y positivos para su vida personal, familiar y profesional.

El mismo proceso relacional genera algo cualitativamente nuevo, y esto es posible porque responde a lo que los participantes esperaban y necesitaban; guiados por la utilidad, esto es, la forma práctica en que las reflexiones que surgen se pueden aplicar y tener una genuina relevancia para ser puestas en la práctica.

La interpretación de este proceso significa abrir un espacio para las preguntas que son las que generan la práctica, a la vez que, la enriquecen. 

Interrogantes como: ¿cuáles son las consecuencias profesionales de tener una determinada postura terapéutica y trabajar desde ella?, ¿cuáles es la utilidad de estas perspectivas para renovar la praxis profesional? Se vuelven fundamentales y nos permiten comprender que el socio construccionismo y las prácticas colaborativas y dialógicas/generativas son una invitación a una postura crítica que involucra la curiosidad acerca de las diferentes maneras en que podemos relacionarnos con el mundo y ser creativos.

Almuerzo sobre la hierba, 1865, de Claude Monet.

Palabras generadoras, transformaciones relacionales significativas.

“El aspecto más importante de las relaciones humanas parte del propio ser”.

Harlene Anderson (1999, p. 37)

Adicionalmente a las ya incluidas en apartados anteriores, es interesante poder abrir un espacio que permita visibilizar otros aportes y voces que den cuenta de cómo se establecieron las reflexiones y relaciones transformadoras, no exentas de dificultades, luchas de poder, contradicciones y desafíos.

A partir de las preguntas planteadas se abren las conversaciones buscando que los participantes movilicen sus propios recursos relacionales, en un proceso creativo y activo.  Por ejemplo:

Una pregunta, que puede ser útil: ¿Cómo abrazar estas ideas y no verlas como técnicas, como algo instrumental o como algo estratégico; cómo eso se va a expresar relacionalmente, cómo esto se puede llevar a la práctica social? ¿Cómo esta filosofía del construccionismo social, si me llega, va a encarnarse en mi práctica social? Y, cada persona la va a responder de acuerdo a su propio estilo, a su propio ser, a sus propias necesidades.

Las preguntas del proceso que suscitan respuestas reflexivas de los participantes:

¿Qué esperas, qué te gustaría, que suceda hoy en este espacio?

¿Qué te gustaría que pase en nuestras conversaciones, para que te resulte útil, para que te sirva en tu trabajo?

¿Qué aportarás de distinto, cómo vas a contribuir para que en esta jornada suceda lo que te gustaría?

¿Qué esperas llevarte de aquí, al finalizar este encuentro de hoy?

¿Cómo trabajarás conjuntamente con este equipo para que suceda lo que necesitas?

¿Nos importa, nos apasiona, nos gusta y disfrutamos el trabajo que realizamos?

¿Qué es distinto para ti, qué te aporta este espacio de aprendizaje colaborativo, que antes no tenías; qué es lo que rescatas como lo más significativo?

¿Qué preguntas se están haciendo en sus reflexiones conjuntas; y qué les toca en su práctica profesional?

 Se plantea el proceso con los coinvestigadores, respetando los momentos en que ellos se encuentran, eligiendo el tipo de preguntas y adaptando los diálogos a lo que sus intereses y necesidades requieran, aprendiendo de ellos y recogiendo lo que, en su práctica de acompañamiento a las familias, iban experimentando y aplicando de lo aprendido en los encuentros de supervisión.

El que las personas del equipo vivan la experiencia (dialogal) de sentirse apreciados, reconocidos, aceptados, respetados y valorados constituye uno de los logros más importantes de este espacio colaborativo.  Sus capacidades y avances merecen ser conocidos (y todos pueden hacer escuchar libre y abiertamente su voz, que es legitimada por el conjunto), y así se movilizan recursos entre todos, se promueve e incentiva la solidaridad.

Nos importa realizar una coordinación de energías y voluntades sociales para capitalizar los recursos que vamos descubriendo y creando en estos encuentros, para que la experiencia del dialogar, compartir y comprometerse produzca sensaciones nuevas, conexiones distintas y relaciones inéditas que aporten para innovar el proceso de trabajo, con las familias y comunidades, en el que participamos. 

Procesos para innovar y abrir posibilidades haciendo énfasis, cada vez, como si fuese la primera vez, en los recursos, las capacidades, los logros, los aspectos positivos, las experiencias exitosas que se compartían en grupos y en plenaria.  Que busquen la participación que significa inclusión, relacionamiento responsable, compromiso social para resolver los asuntos importantes de la vida de las personas, para transformar contextos negativos y generar nuevos; aquellos que contribuyan a crear bienestar y justicia social.

Es positivo ver cómo cada participante intenta encontrar alguna utilidad pragmática a estos encuentros, se decide a compartir con los presentes sus perspectivas, puntos de vista, ideas, interpretaciones y experiencias.  Es particularmente enriquecedor el ver cómo se mueve un proceso interno y social de interrogarse, de hacer preguntas, de interpelar al proceso de construcción conjunta de significados nuevos.  

La lectura, 1872, de Claude Monet.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

Anderson, H. (1999). Conversación, lenguaje y posibilidades.  Un enfoque posmoderno de la terapia. Buenos Aires, Argentina, Editorial Amorrortu.

Fried Schnitman, D. (Ed.) (2017), Diálogos para la transformación: desarrollo de proyectos e investigación generativa orientados a la construcción de futuros en Iberoamérica – Volumen 3. Ohio, USA: Ed. A Taos Institute Publication. WorlShare Books.

Gergen, K (2016).  El Ser relacional. Más allá del Yo y la Comunidad. Bilbao, España: Editorial Desclée de Brouwer, S.A.

IRYSE (2018) Blog del Instituto Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE): https://iryse.org/

McNamee, S. (2013). La poesía social de la investigación comprometida con la relación.  La investigación como conversación.  En Deissler, K. & McNamee, S.  (Ed) Filo y Sofía en diálogo: la poesía social de la conversación terapéutica (pp. 102-109). Ohio, USA: Ed. Taos Institute Publication.

Tapia Figueroa, Diego, Tesis (2018) para el Ph.D. con la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y el TAOS INSTITUTE de EEUU.


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