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Construccionismo social-relacional. Construcción conjunta, significativa y creativa de procesos de transformación en el proceso terapéutico, en la formación de profesionales y en la supervisión clínica. (18/20)

Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)

Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, M.A.

“¿Qué clase de recursos necesitas para seguir con tu vida diaria y que permite sostener las relaciones? ¿Qué clase de lenguaje necesitas utilizar para sostener las relaciones? ¿Qué dices, cómo dices, qué haces? Para mí esta es una pregunta alrededor del diálogo, cómo cuidamos el diálogo; pueden existir muchas formas. ¿Cómo somos responsables de las relaciones? Es la responsabilidad y la ética relacional”.

Kenneth Gergen, 2017

Podemos crear las condiciones para que quienes dialogan puedan dialogar sintiéndose como si estuviesen en su casa. Podemos preguntarle a un grupo que no quiere dialogar: ¿Qué recursos pueden generar para ser dialógicos? ¿Cómo usar esos recursos para diálogos distintos?”.

Sheila McNamee, 2017

Papilla Estelar, 1958, de Remedios Varo.

Nos basamos para esta serie, en esta tesis, de la que extraemos -adaptándolas- las propuestas e invitaciones a una postura relacional distinta para la construcción del proceso de diálogo terapéutico transformador.

¿Cómo el construccionismo social y las prácticas colaborativas y dialógicas son útiles para la co-construcción relacional de un espacio de formación y supervisión terapéuticas? Tapia Figueroa, Diego, Tesis (2018) para el Ph.D. con la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y el TAOS INSTITUTE de Estados Unidos

¿Cómo podemos cuidar nuestras relaciones, de manera que podamos crear conjuntamente vida, vida significativa?

Cuando la incertidumbre, la complejidad, los temores y las inseguridades llamaban a las certezas y a las recetas disfrazadas de fáciles teorías, de coartadas modernistas, lo “mejor” es actuar, y como las palabras son acciones, actuar conversando, para desarrollar criterio relacional.

Valorando lo que sí funciona e imaginando lo que podría ser. Invitando a preguntarnos cada vez: ¿Qué aportamos de distinto en este contexto local?  Con una ética relacional, que nos hace preguntarnos: ¿Cómo podemos cuidar nuestras relaciones, de manera que podamos crear conjuntamente vida, vida significativa? ¿A qué clase de futuro puedo contribuir?  Buscar que se entienda el diálogo como una forma nueva de aceptar las diferencias.  Expandiendo los contextos relacionales, generando lo nuevo; coordinando con respeto la complejidad; con curiosidad por lo diverso; propiciando una mirada creativa a favor de los recursos y las fortalezas; conversando sobre las transformaciones sociales necesarias.

Nuestro propósito: promover conexiones, diálogos significativos, relaciones dialógicas transformadoras, curiosidad genuina, sensibilidad humana, creatividad en acción, participación responsable, reconocimiento y legitimación, aprendizaje conjunto, corresponsabilidad, aceptación de las diferencias, reflexión crítica, innovación permanente, futuros y mundos posibles.

Este proceso relacional nos va transformado de muchas maneras, en especial en la comprensión de cómo el ser con los demás hace que encarnemos la diferencia, que podamos articular preguntas que generan y construyen universos de significados que nos transforman relacionalmente.

El participar en conversaciones colaborativas (el diálogo es multidimensional) es un desafío para estar de una manera diferente con los demás, para compartir, confiar y propiciar la generación de nuevos significados. Para hacerlo aprendemos a escuchar activamente, cada vez, de manera diferente; para comprender las necesidades de los otros. 

Va siendo un aprendizaje mutuo de coordinar conversaciones y acciones para decidir comprometernos asertivamente en procesos que nos permitan el desarrollo de esta sensibilidad relacional al momento concreto de la relación, del contexto.

Estamos abiertos a escuchar las preguntas de cada participante, las preguntas al proceso relacional, y también las preguntas de nuestros diálogos internos; arriesgándonos a ser interpelados sin temores, confiando en las conexiones que creábamos, en la colaboración relacional, sumando nuestra voz en el diálogo conjunto; sin pretender que la nuestra sea la última palabra o la más importante. 

Las intenciones al describir este proceso de coinvestigación (una historia muere si no la cuentas) siguen siendo el potenciar e intensificar la reflexión crítica y autocrítica; buscando la continua co-construcción de nuevos significados; la generación creativa de posibilidades y de otros futuros, como una manera de honrar estas relaciones, y de honrar las diferencias.

Al dejarnos sorprender por la experiencia vivida y compartida, hemos ganado libertad desde una actitud de constante curiosidad y respeto con los otros. Con una posición abierta, comprensiva y sin juzgar. Desplegando buen humor y desdramatizando los asuntos complejos que se presentaban.  Dejándonos tocar por las contradicciones del contexto cultural; por la incertidumbre de las preguntas y las soluciones coyunturales; por las búsquedas y exploraciones, con frecuencia, confusas y tentativas. 

También ha significado, según los relatos de los equipos técnicos (la experiencia de maltrato, falta de valoración y reconocimiento en cuanto al pago justo de los trabajadores técnicos y profesionales) un serio cuestionamiento a las políticas económicas, de cultura organizacional, salarial y laboral de estas instituciones, que son con frecuencia, con su incongruencia y poca honestidad evidente, prefieren la cultura de la tacañería, la hipocresía y el abuso jerárquico y se aprovechan con cinismo, abyección y estulticia de la necesidad y vulnerabilidad social de los profesionales. No cuidan el capital humano; lo queman, al explotarlo laboralmente.

Mujer saliendo del psicoanalista, 1960, de Remedios Varo.

Para conversar: alegría, curiosidad y deseo de aprender, de compartir y crecer juntos.

Esta flexibilidad y fluidez en los procesos conversacionales ha movilizado la emergencia de recursos en los participantes, ha contagiado una sensación positiva de aprecio y valoración por todos los presentes, consolidando un sentido de pertenencia, que motivaba a involucrarse y participar, haciendo que se compartan las corresponsabilidades del proceso relacional y de coinvestigación.

La construcción del espacio de aprendizajes colaborativos/generativos ha significado la coconstrucción de un espacio entre nosotros, un nexo, un vínculo, una conexión relacional para escuchar, reflexionar y generar conjuntamente los significados que los diálogos que producíamos hacían surgir cada vez.

Aprendemos a disfrutar de un proceso en el que el clima relacional (el estilo permanente) para conversar es de alegría, curiosidad y deseo de aprender, de compartir y crecer juntos. Nos sorprende el ir descubriendo que la pasión con la que intentamos aportar para facilitar estos diálogos reflexivos, el entusiasmo con el que queremos contagiar dudas y preguntas, va dejando en nosotros, más voluntad, responsabilidad y compromiso para seguir en este trabajo con las comunidades de la sociedad ecuatoriana.

Se han ido produciendo otras dudas, nuevos interrogantes, y nos ha fortalecido en la decisión de continuar aportando, investigando y contribuyendo en la construcción de una sociedad en la que la justicia social no sea solo retórica, demagogia ni instrumentalizaciones ideológicas para conservar poder y privilegios. Este es uno de los resultados en nosotros, en términos éticos y políticos (y poéticos).

Regresan en busca de nuevos interlocutores (un proceso infinito, de diálogos internos y externos, que siguen), preguntas como estas, que compartimos con los diferentes equipos de técnicos y de participantes en estos proceos: ¿Cómo el lenguaje del terapeuta, hecho pregunta curiosa, inteligente y respetuosa, expande el lenguaje del otro (el consultante, el coinvestigador); y da confianza y seguridad para sus propias y nuevas interrogaciones, reflexiones y significados?

Esta pregunta propuesta planteada en la Red Internacional de Investigación Relacional del Taos Institute, nos invita a comprender el tipo de proceso relacional que nos importa y la manera de construirlo: ¿Qué tipo de conversaciones tenemos para construir qué tipo de relaciones, para saber las identidades y cómo estas pueden irse transformando, y cómo pueden ir transformando las conversaciones; y al hacerlo, se modifica lo demás, las relaciones y los contextos?

Queda la sensación de que después de cada encuentro con esta comunidad, con estos equipos, y esa cultura, vamos siendo siendo más de lo que en el inicio eramos. Gracias a que pudimos co-crear nuevas condiciones relacionales (abiertos a lo distinto) en las cuales todos los participantes pueden movilizar sus propios recursos.  Un diálogo conjunto para ampliar y expandir alternativas. En un salto cualitativo que pasa de los reduccionismos modernistas (déficits, juzgamientos y verdades objetivadas), a la complejidad de las prácticas posmodernistas (curiosidad, procesos generadores, posibilidades, transformación).

El construccionismo social y las prácticas colaborativas y dialógicas y generativas han sido una manera de abrir el horizonte de los sentidos relacionales; desde esta perspectiva hemos ido comprendiendo que es fundamental resaltar la creación de significado activo, la importancia que se da a los cambios de perspectiva y al lenguaje en el proceso de creación de significado.

Este aprendizaje nos ha permitido experimentar que el significado adquiere sentido en relación a un contexto. Por ello, nuestra posición se fue consolidando en esta convicción: considerar a cada uno como competente, considerar a todos los participantes como interlocutores válidos y legítimos. Guiándonos con perspectivas como estas: “Ahí donde nos encontremos, reproduzcamos el mundo al que aspiramos y evitemos aquel que rechazamos. Políticas mínimas, políticas de resistencia…” (Onfray, 2008, p. 212).

Hemos transformado nuestra propia perspectiva y, de hecho, en lugar de proponer a futuro un espacio de supervisión, en el que yo asuma la responsabilidad de facilitador, propondré en adelante, un espacio de multivisión -un espacio en el que quepan múltiples formas de ver, perspectivas y puntos de vista-. Porque mientras se mantengan las jerarquías se impide y se bloquea el que las personas accedan a su propia creatividad.

Armonía, 1956, de Remedios Varo.

En mayo del 2017 mientras participaba en uno de los seminarios sobre investigación relacional desarrollados por el Taos Institute, formulé estas preguntas, en dos encuentros distintos, a Kenneth Gergen y Sheila McNamee:

1.         ¿Cómo entender la ética y la política desde la perspectiva construccionista social/relacional para la investigación?

Kenneth Gergen respondió:

Sobre la pregunta de la ética y la política: desde una perspectiva construccionista no hay límites para crear el futuro; y, aquí tienes un programa (los estudios de Ph.D. del Taos Institute) que cuestiona esos límites y va más allá de ellos y expresa la multiplicidad y polivocalidad.

El cuestionamiento a lo ético y lo político es el sentido de lo tradicional y una medida rigurosa, una suerte de cualidad imperialista de hacerlo, que dice que yo estoy asignado para medirte, te pongo en el microscopio y te digo quién eres, yo te voy a medir de acuerdo a mis estándares sobre qué es lo bueno. El construccionismo no está muy feliz con esas formas éticas de hacer investigación y tampoco con el asunto político si se usan métodos realistas. Hay muchos métodos, hay formas de medir, y también el construccionismo, si se quiere comprender la realidad que estás creando. Muchos construccionistas dicen que yo no tengo la verdad esencial; tengo un punto, sin embargo, quiero dejar un espacio para que otros hablen, quiero dejar el espacio para tener un diálogo sobre esto.  Así que trabajen un poco en eso, no traten de decir sólo puede ser de esta forma y no hay otra forma de verdad.

2.         Si el construccionismo nos invita a nuevas formas de comprender y de actuar: ¿cómo se relacionaría esto con el cuidar al otro, con el cuidar las relaciones para crear posibilidades con futuro?

Kenneth Gergen afirmó:

Tu pregunta tiene mucho sentido, es crucial: ¿Cómo se cuidan las relaciones? ¿En la práctica, cómo cuidas las relaciones? No a ti mismo, no al otro; sino al proceso de la relación en cada forma en la que se sostienen y se fortalecen esas relaciones. Ahora, la pregunta es sobre cómo debemos enfrentar hoy estos retos. Relacionándote con la comunidad tienes la oportunidad de tener una perspectiva de compromiso sobre cómo trabajan las comunidades. Si vas a otra comunidad te encuentras con que tienen problemas relacionados con las relaciones. Y, ese es el reto: esta es la pregunta en la que yo creo que todo el mundo debe tratar de trabajar. Significa ver que la otra parte también, aún en la vida diaria, siempre afronta complejidades, problemas, interrupciones, discrepancias acerca de las relaciones, todo esto corta y hiere las relaciones. ¿Qué clase de recursos necesitas para seguir con tu vida diaria y que permite sostener las relaciones? ¿Qué clase de lenguaje necesitas utilizar para sostener las relaciones? ¿Qué dices, cómo dices, qué haces? Para mí esta es una pregunta alrededor del diálogo, cómo cuidamos el diálogo; pueden existir muchas formas. ¿Cómo somos responsables de las relaciones? Es la responsabilidad y la ética relacional.

Simpatía (La rabia del gato), 1955, de Remedios Varo.

3.         ¿Qué hacer cuando el otro no quiere, no le interesa y no acepta el diálogo?

Sheila McNamee respondió:

Tiene que ver con la intencionalidad de los diálogos y creo que allí está la respuesta a esta pregunta. Si adoptamos la postura de comprender la intención y la posición, y qué puede hacer el otro que me llegue a mí, entonces se vería cómo este proceso puede involucrar a una persona para que hablemos sobre una diferencia, una dificultad, otra opinión; y, si aun así la otra persona hace énfasis en que no quiere tener esa conversación contigo, si el otro no quiere dialogar, es importante apreciar y entender esa posición. Tener curiosidad para entender cómo así no quiere. Si el otro no quiere participar preguntarnos: ¿cómo así piensa que no es un lugar seguro el diálogo al que se le invita?

Si mantenemos la atención en el diálogo apreciaremos y trataremos de entender la resistencia al diálogo. No estoy diciendo que todo esto sea malo, sino que hay personas que no quieren estar en el diálogo. Estamos diciendo que es mantenerse curiosos, tratar de entender qué significa este diálogo. No tiene que ver con corregir al otro, sino entrar a su espacio y conocer el tipo de visión del mundo que tiene. Porque los que se oponen al diálogo intentan persuadirse que no tienen nada que ver con su verdad ni con sus pensamientos. Comprender que los pasos para dialogar con ellos son aceptar, como ellos, esa posición de que existe una sola y única verdad; esas creencias nos llevan a un callejón sin salida. Cuando ambos piensan que tienen la verdad absoluta. Es un modo de posicionarse, de ser para que de algún modo podamos conocer al otro que no quiere ningún diálogo. Si forzamos al otro a tener una conversación no estamos siendo dialógicos sino imponiendo la idea de que tenemos una mejor manera de hacer las cosas. Por lo tanto, estamos creando un espacio para que emerja un nuevo diálogo, buscando un espacio común para las historias de la gente; buscar conversar sobre las perspectivas, reconocer que puedas discrepar porque entiendes que no es colaborativo mantener perspectivas rígidas.

Si comienzas desde esa posición puedes tener la idea de que el diálogo no es una cuestión de superioridad, porque si actúas así no estás siendo dialógico. Podemos crear las condiciones para que quienes dialogan puedan dialogar sintiéndose como si estuviesen en su casa. Podemos preguntarle a un grupo que no quiere dialogar: ¿Qué recursos pueden generar para ser dialógicos? ¿Cómo usar esos recursos para diálogos distintos?

Las respuestas de Kenneth Gergen y Sheila McNamee nos permiten confiar en estos procesos de creación de redes de relaciones que contribuyen de forma humanamente inteligente, con consistencia ética, a generar bienestar, equidad y justicia en este complejo mundo que construimos con responsabilidad día a día.

El diálogo, la conversación, son las maneras distintas de invitar a generar posiciones, alternativas y posibilidades frente a cómo se conceptualiza y practica el trabajo, buscando la creación conjunta de nuevos sentidos y significados, para propiciar otras realidades sociales y la apertura de nuevas posibilidades relacionales, para favorecer prácticas culturales y sociales responsables, en un contento horizontal, democrático, participativo e inclusivo en el que es posible cuestionar con criterio las formas jerárquicas de la cultura dominante, valorizando y reconociendo las necesidades humanas de los participantes, antes que los objetivos burocráticos estandarizados.

Es importante que las personas se comprometan de manera distinta con sus propios intereses, incorporando la conversación reflexiva -en red- como una de las formas de ser y hacer su trabajo, enriqueciéndonos con las perspectivas del construccionismo social/relacional, para comprender la propia práctica social como parte de un contexto cultural e histórico que puede ser construido y transformado por las interrelaciones entre los profesionales y las comunidades.

Estas prácticas de aprendizajes colaborativos/generativos se entienden como construcciones conversacionales producidas en las relaciones entre las personas. Y, las prácticas se pueden ver y entender de distintas maneras y se las puede asimilar y dar nuevos significados en las relaciones con los otros.

Lo significativo es contextualizar las acciones, para hacer posible la comprensión de las necesidades de las familias, comunidades y profesionales, y la coconstrucción de alternativas para solucionarlas. Posibilidades que se coordinan en un proceso conjunto entre todos los participantes.

El abrir espacios creativos y reflexivos de producción y generación de diálogos nuevos, de la construcción conjunta de relaciones de forma corresponsable propiciando estilos sensibles, presentes, significativos y humanos, hace posible que se lleven a la práctica acciones distintas que no son “técnicas”, sino actos libres e inteligentes comprometidos con la transformación y la esperanza.

Creación de las Aves, 1957, de Remedios Varo.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

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Fried Schnitman, D. (Ed.) (2017), Diálogos para la transformación: desarrollo de proyectos e investigación generativa orientados a la construcción de futuros en Iberoamérica – Volumen 3. Ohio, USA: Ed. A Taos Institute Publication. WorlShare Books.

Gergen, K (2016).  El Ser relacional. Más allá del Yo y la Comunidad. Bilbao, España: Editorial Desclée de Brouwer, S.A.

Gergen, K (2014). From Mirroring to World-Making: Research as Future Forming, Recuperado de: https://taoslearning.ning.com/groups2/global-relational-research-network/virtual-symposium-2018

IRYSE (2018) Blog del Instituto Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE): https://iryse.org/

Mc Namee, S (2016). Resources for Facilitating Differing Worldviews, Taos Institute December 2016. Recuperado de: http://www.taosinstitute.net/Websites/taos/files/Content/5868649/Resources_for_Facilitating_Multiple_Worldviews_(McNamee).pdf

McNamee, S. (2013). La poesía social de la investigación comprometida con la relación.  La investigación como conversación.  En Deissler, K. & McNamee, S.  (Ed) Filo y Sofía en diálogo: la poesía social de la conversación terapéutica (pp. 102-109). Ohio, USA: Ed. Taos Institute Publication.

Shotter, J. (2001). Realidades conversacionales: la construcción de la vida a través del lenguaje.  Buenos Aires, Argentina. Editorial Amorrortu.

Tapia Figueroa, Diego, Tesis (2018) para el Ph.D. con la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y el TAOS INSTITUTE de EEUU.