Arte y literatura

Cuentos de Tokyo (Japón-1953) de Yasujiro Ozu, 1903 – 1963.

“Yo he definido un estilo mío, propio, pero no creo que exista una gramática para hacer películas. Por eso, bienvenida sea la Nouvelle Vague, ¡ánimo a los directores nuevos y originales!”.

“…Bastaría, para hacer a su obra imperecedera, el retrato que Ozu hace de su tiempo. Pero su ingenio no se agota en la precisión y agudeza de su testimonio social e histórico y va más allá de él: atraviesa su tiempo y entra en la hazaña -que sólo algunos, muy pocos, cineastas elegidos han emprendido- de la representación del tiempo en cuanto tal, el enigma de su sustancia, que sigue siendo la médula de toda conquista de lo sublime. Salta así Ozu, desde la angostura del mundo de paredes adentro, de los silenciosos y luminosos rincones de la supervivencia de la pequeña burguesía japonesa, a la representación del mundo en sí. La familia, desde el observatorio de Ozu, es una compresión del mundo, una micro ficción de lo humano considerado como totalidad. Y eso, nada menos que eso, es Cuentos de

Tokio, una de las obras mayores del cine, un filme de incalculable gravedad, esencial, indispensable, cuando se atraviesa su primera visión y se contempla con los ojos cerrados su apasionante subsuelo…”

Cuentos de Tokio, de Yasujiro Ozu.
https://www.youtube.com/watch?v=yhKL_LjKDxk