Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, MA
“Todo lo que hago, lo hago con alegría.”
Michel de Montaigne (trad. en 2007, p.588)
Como nos explica Celiane Camargo-Borges (2014, p.347): La epistemología dialógica del construccionismo social se interesa por la creación de prácticas conversacionales que puedan construir caminos posibles para que las personas sigan juntas. Se interesa por la utilización de un discurso no persuasivo, sino uno que pueda ser compartido, para que no se cierren las conversaciones, sino que se abran nuevas posibilidades inclusivas para estas conversaciones.Es elegir un lugar distinto para la creación de lo distinto, una posición dialógica capaz de generar acciones-prácticas conversacionales en la construcción de nuevos caminos orientados a la creación conjunta del bienestar con los demás y a decidir, responsablemente, el seguir con los otros, conectados y en relación. Seguir juntos, en un discurso respetuoso con la alteridad, la diversidad y la multiplicidad, la polisemia; un discurso que se compromete con el otro como forma de compartir lo significativo, desde una curiosidad y apertura que inicie conversaciones en lugar de restringirlas, que incluya todas las voces en nuevas conversaciones transformadoras.
Lo ético y lo político atraviesa todas las interrelaciones en las que participamos y la elección del socioconstruccionismo, al entretejer estas conexiones, invita a una manera de ser ética y políticamente consecuentes con la construcción en conjunto de otros futuros, que signifiquen contribuir al bienestar de las comunidades locales.
La conversación colaborativa requiere compartir, confiar y participar activamente para crear un significado. Cuando uno escucha activamente a otro, fluye la conversación y se hace significativa para los interlocutores.
Desde esta perspectiva se entiende que lo relacional es la base de todo lo social y que es de allí de donde surgen los significados que permitirán comprenderse para desarrollar nuevas construcciones para la acción coordinada, movilizando todos los recursos que nutren las conversaciones, preguntando si hay otras maneras de concebir el futuro, de generar alternativas que permitan estar juntos en un mundo social complejo que se hace propio porque se lo transforma conjuntamente.El construccionismo social pone énfasis en las conversaciones, ya que a través del lenguaje y significado, cada ser humano entra en relación con los otros, construyendo de ésta manera su propia identidad o voz interna. Cada idea, cada concepto nace del intercambio social mediado por el lenguaje.
Declaración de Galveston (octubre 8, 2016): Firmas fundadoras: Karl Tomm. Mark McKergow London. Faye Gosnell. Emily Doyle. Joan Wilson Haliburton. Blaine Moore Fort Worth. Rashaad Vahed. Charles West Flower Mound. Tanya Mudry Wolfville.
Como nos invita Harlene Anderson (1999, p. 151):
El objetivo -según Gergen y McNamee- de una exploración de la responsabilidad relacional no es cambiar a una u otra persona defectuosa ni resolver un conflicto. Más bien se trata de ampliar el espectro de las voces -”realidades relacionales”- que son aceptadas en la conversación. Hacerse más responsable, y dar más cuenta de si (…).
Se habla de la responsabilidad relacional como posibilidad de expandir las conversaciones, de cuidar las relaciones, de aceptar lo diverso. Hacerse responsable de la construcción de la calidad de nuevas relaciones que generen creativamente nuevos futuros deseables.
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