Poco, mucho, nada.

Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)

Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y Maritza Crespo Balderrama, M.A.

Vergüenza

Seguir en una sociedad, en un país cuyo gobierno decide, que está por encima de la Ley, que la Ley es para ser impuesta de forma abusiva y corrupta a los otros y no para ser respetada y hacerla respetar, produce solo una pena que es derrota, una vergüenza histórica y una legítima indignación.

En este presente de banalidades que van y vienen con frenesí, de listas interminables con frustraciones y decepciones, porque descubres, que tus parientes son ladrones, que tus amigos son bufones, que tus amores eran fantasmas idealizados, que el trabajo es alienante (descubres lo obvio, en definitiva); que aquí y ahora, la decadencia es la norma, el norte y la única entrada y salida; probablemente, sea también el momento de decir no, para abrir las posibilidades de auténticos sí.

Si todo está dicho, significa que todo está por ser dicho de maneras distintas. La VERDAD del poder es la esperpéntica manifestación de su miseria humana cotidiana, que se multiplica y perpetua en tanto pusilánime abyecto, trabajando como esclavo, para venderse como ejemplo del tonto eco de la repetición.

Al mismo tiempo, escuchamos a jóvenes mujeres y hombres, entre las consultas, las clases, conectarse con entusiasmo y esperanza para generar preguntas que abren horizontes de significados nuevos, posibilidades inéditas para construir futuros con alegría y libertad. Escuchas sueños, conversas de sueños que dan vida con integridad y plenitud.

Vamos a recuperar palabras, a pensar, a generar otras conexiones con diálogos que signifiquen calidad de vida, que signifiquen transformaciones valientes, dignas, que no vulneren derechos, que no mendiguen amor. En una alteridad que nos interpela para ser con los demás, para comenzar a ser como nos gustaría: con respeto, curiosidad, responsabilidad, alegría, confianza y libertad.